¡Y ahora un totum revolutum, que me quedo sin espacio! Lo de Pau Donés, hombre, que en su libro ‘50 palos… y sigo soñando’ narra con delicadeza el estremecedor suicidio de su madre. “Lo ha escrito sin ayuda… Es un tío grande”, me dice su editor. Pau seguirá en la carretera con su gira literaria, aunque está a punto de empezar un nuevo ciclo de quimio.

¡Y lo de Mila Ximénez! Que se ha levantado valientemente contra ese vídeo infame en el que Anabel Pantoja se mofa de unos perros abandonados y tullidos en Chile. Cuando la conocí, cuando era Mila Santana, tenía un yorkshire llamado Madison, que le había comprado Manolo en la avenida Madison de Nueva York, y ya entonces Mila acudía siempre a las galas de Linda Echeverría a beneficio del refugio de animales abandonados de Marbella.

Ah, y que no se me olvide lo de la impresionante Juliana Awada. Le cotilleo a una colega argentina sobre su espectacular traje de noche en su reciente visita a España: “Le habría quedado mejor si hubiera llevado sostén”. Y la colega se ríe: “La Turca no lo lleva nunca. Es así de canchera… Su estilo aquí lo llamamos sexy chic”. Pues vale.