“¡No sustituyo a Marta Torné, la relevo!”, me lo dice Carlota Corredera, que me confiesa también que afronta esta nueva etapa al frente de ‘Cámbiame’ “con emoción, sentido de la responsabilidad y agradecimiento”.
¡Carlota y Marta! A ambas las conozco desde hace mucho. A Marta la descubrió Jordi González para el programa de la televisión catalana ‘Vitamina N’, en el que yo también colaboraba. Marta era una chica desconocida impresionantemente guapa y todo lo hacía bien, cantar, bailar e interpretar. Después se fue a Madrid, a trabajar y también a sufrir por hombres que no la merecían, y creció tanto que dejé de verla.
Corredera fue mi directora. Ella era un poco como José Luis Moreno y nosotros sus muñecos. Y que me perdone Carlota por la comparativa, pero sé que como buena gallega es muy coñona. Le explicaba antes de entrar en plató “no sé cómo enfocar lo de El Junco”, y ella me proponía un camino con tal sutileza que yo creía que se me había ocurrido a mí. ¡Y lo mismo hacía con mis compañeros y, luego, sonreía en la sombra como el gato de ‘Alicia en el país de las maravillas’!
Estos días está grabando ya los primeros capítulos de ‘Cámbiame’ y me ha contado que “el recibimiento de los ‘coaches’ ha sido muy cálido y comprensivo con las circunstancias”. Y sí, yo también hubiera querido que sus declaraciones tuvieran más mordiente y que volaran los cuchillos. Pero Carlota es tan lista y tan buena persona que no ha habido manera.