Más guapa que tú no hay nadie. Qué ojos. Qué boca. Qué pelo. Y todo natural (el pecho no, pero no vamos a mencionarlo). Además, has disfrutado del favor de la prensa, que te adora. ¡Eres una niña mimada! Todo lo que tocas se convierte en moda. Sí, pero...

Ya no, querida muchacha. ¿Qué te ha pasado? ¿Dónde han ido a parar aquellos millones de fans? He preguntado por ti en Portugal y me han contestado vagamente: "Ah, sí, es mona". Miro con ansiedad las revistas donde antes ocupabas portadas ¡y no estás!

Ay, Sara, Sara, optaste por dejarlo todo para seguir a tu marido y este alejamiento te ha pasado factura. ¡Ya no eres una 'It Girl'! Es duro reconocerlo, pero es así, entrañable nínfula. Aunque quizás nunca tuviste otra ambición que casarte y tener hijos y todo esto te suene a música celestial. Si es así, perdóname y sigue tu camino.