Es lo primero que me dice Antonio Baños, con el que coincido en una firma de libros. Ya saben, el periodista yeyé que llegó a ser candidato a la Generalitat por la CUP. “¿Qué pasa con la Preysler? Yo creo que se separarán, ¡ella se niega a acompañarle en sus viajes y Mario se ha desanimado!”. Le pregunto con sorpresa si es que dispone de información privilegiada al respecto, y me confiesa que “lo leo en las revistas, ninguna semana me pierdo Lecturas…”. Las chicas se acercan con su libro y le ponen ojitos tiernos, ya que Antonio es hombre atractivo. Le digo que me recuerda a José Luis de Vilallonga. Las señoras le introducían bragas, sí, esa palabra tan fea, entre las páginas de sus novelas y a Punset le metían su número de teléfono en el bolsillo. Baños rezonga, “hombre, un polvo a cambio de un libro me parece un trato un tanto lamentable…”, pero sonríe porque en el fondo es un coqueto.