Si Pablo Iglesias e Irene Montero han optado por un jardín tan amplio es para que disfruten también los cuatro perros (¡bravo!) que tienen en común. ¡Se montó el mismo aquelarre cuando Miguel Boyer y la Preysler compraron la casa de Puerta de Hierro! Por cierto, hoy he escuchado una entrevista que le hacían a Mario Vargas Llosa en Colombia. Hablaba del amor: “Es la experiencia más intensa, no solo por un impulso sentimental o sexual, sino porque justifica la vida” y añadía, quejoso, “¡pero es para la intimidad! Vivido públicamente se vuelve ridículo y vulgar…” Le preguntan por Isabel, y él contesta, dulce: “La quiero mucho”.