Cuando quiere, lo da todo. La Reina, que desde hace años convive con la leyenda de su independencia de criterio con respecto a las vacaciones reales en Mallorca, se ha entregado en cuerpo y alma en la recepción que todos los veranos se ofrece a los representantes de la sociedad balear. Como la chulapa de “La Verbena de la Paloma”, versión moderna y fashion, Letizia apareció en el palacio de La Almudaina vestida de mantón de Manila con un modelo del diseñador Juan Duyos confeccionado, con indicaciones de la propia reina, con el mismo tejido de seda bordada con el que se confeccionan estos típicos complementos. La Reina lució espléndida con un vestido de seda color crema bordado con las reconocidas flores rojas de los mantones, con toques en rosa, granate, blanco, malva y las ramas verdes, una filigrana salida de unos talleres de tejidos artesanos: tradición española convertida en moda. Lo completó con sandalias rojas y cartera beis de Magrit.

Letizia, en la recepción a las autoridades de Baleares

Los mantones de seda bordada tienen su origen en China de donde llegaron a Manila y después a España a bordo de los barcos que partían de Filipinas, cuando era colonia española. Empezaron a usarse en Sevilla donde a las piezas de seda se le colocaban unos flecos y así se incorporaron a los trajes típicos y a la indumentaria de la época y se hicieron tan populares que hasta los mejores pintores costumbristas como Sorolla, Zuloaga y Romero de Torres tapaban a sus sensuales modelos con esa prenda. Con los años pasaron a ser un complemento para usar en fiestas y festejos y aun sigue vigente su uso, tanto los antiguos que se guardan en algunas casas como auténticos tesoros hasta los que se fabrican ahora algunos de forma artesanal y otros más industrial.

La reina Sofía ha utilizado algunos de los mantones de Manila antiguos para acudir a cenas de gala e incluso Letizia, poco después de convertirse en princesa, lució en una cena de gala en Nueva York una falda de seda negra bordada con flores blancas que le diseñó Lorenzo Caprile, el mismo que le confeccionó un modelo con corpiño de seda estampada con el mismo tejido de las faldas de las falleras. Caprile es autor del icónico vestido rojo con el que Letizia Ortiz, una semana antes de casarse, se presentó ante las cortes reales durante la boda de los príncipes Federico y Mary de Dinamarca.

Caprile, desgraciadamente, desapareció del armario de Letizia una verdadera pena porque nadie como él para reinterpretar los atuendos clásicos, ni nadie tan entendido en tejidos pero en algún momento y, desde aquí lo pedimos, tiene que volver a vestir a la Reina. Juan Duyos, que durante años formó dúo con Cecilia Paniagua, que falleció en 2001, es también un artista que ha sobrevivido a las crisis de la industria de la moda reciclándose en un pequeño taller de costura del que salen modelos excepcionales como su última creación para la reina Letizia que seguro se convertirá en uno de sus modelos más icónicos.