Nuevo verano y nuevas fotos de los Reyes y sus hijas; pero lo que no cambia es el escenario: las puertas del palacio de Marivent. El posado veraniego, junto a su asistencia al desfile del 12 de octubre y su presencia en Semana Santa a las puertas de la catedral de Palma, una de las tres ocasiones fijas en las que la princesa Leonor y la infanta Sofía aparecen en público junto a sus padres y, como es natural, dado lo poco que se prodigan, constatamos que las niñas crecen y que, Sofía, la pequeña, que cumplió 10 años el pasado 30 de abril, es ya más alta que Leonor, la mayor, que el 31 de octubre cumplirá 12. La princesa y heredera es más formal y seria que su hermana, será que ya nota el peso de su destino, mientras que la infanta, segunda en llegada al mundo y segunda en la línea de sucesión, va dejando atrás su carácter más espontáneo para acompasarse con la formalidad de su hermana.

En la sesión fotográfica se constata también que a la Reina no le gustan los vestidos de verano: en sus cuatro comparecencias en Marivent desde la proclamación del Rey ha lucido siempre pantalones y, además, los ha conjuntado con blusas, camisolas y camisetas de marcas “low cost”, como la que ha lucido este año, un modelo de Mango que en el catálogo online de la firma luce una adolescente que enseña el ombligo. Letizia, claro, no dejó su cintura al aire pero sí sus brazos y no era para menos porque el calor que está azotando Mallorca estos días es para pasarte el día en el agua. Para las niñas eligió sendos vestidos de la firma Nanos, aunque de estilos diferentes. El de Leonor, blanco de lino con adornos de encaje Valenciennes tenía un aire ibicenco, mientras que el de Sofía, gris y con manga ancha hasta el codo era más propio de un veraneo en el norte. El Rey es más clásico: pantalón blanco, camisa blanca con rayas azules y zapatos náuticos.

look de los reyes, la princesa y la infanta posado en mallorca verano 2017

Este verano, el Rey ha decidido participar en casi todas las regatas de la Copa del Rey y, de momento, ha tenido suerte porque el Aifos, el velero de la Armada bautizado con el nombre de Sofía, al revés, ha ganado las primeras regatas, una hazaña nunca vista ya que la embarcación tiene más de veinte años y a penas puede competir con los modernos veleros patrocinados por firmas comerciales que pueden pagar los últimos avances en materiales y tecnología. A Felipe de Borbón le gusta el mar, lo aprendió de su padre, el rey Juan Carlos, y de su abuelo, don Juan de Borbón, porque es un espacio de libertad en el que poco, o nada, vale quien seas y de vez en cuando conviene recordar que todos somos iguales ante la adversidad aunque al volver a puerto resulte difícil ser uno más.

Aunque Marivent ya no es lo que era y los actuales Reyes siguen considerando que, al margen de las vacaciones oficiales, también precisan de unas vacaciones privadas para vivirlas lejos de los focos, lo cierto su presencia en Mallorca es un agradable clásico y hasta un bálsamo en tiempos convulsos.