Paquita Rico se retiró de los escenarios en los años 90, pero su última gran actuación tuvo lugar el 8 de noviembre del año 2000 cuando el rey Juan Carlos la invitó a compartir el banco de la familia real en la misa funeral que se celebró en la catedral de la Almudena de Madrid con motivo del traslado de los restos de la reina María de las Mercedes desde El Escorial al templo madrileño. La cantante y actriz vivió su gran día y a punto estuvo de ponerse a cantar en medio de la iglesia 'El Romance de la Reina Mercedes'. Paquita, toda una señora, la más elegante de las folclóricas y también, la más discreta, ha fallecido en Sevilla a los 87 sin hacer ruido, viviendo sus últimos años con los recursos que le había proporcionado su arte y sin necesidad, como alguna de sus coetáneas y colegas, como Sara Montiel o Marujita Díaz, de dilapidar su patrimonio artístico exhibiendo sus grotescas caricaturas en revistas y televisión.

Quizá ya son pocos los que recuerdan a Paquita Rico pero si se ha olvidado buena parte de su carrera artística, como cantante y actriz, aún no se ha borrado la estela de la que fue su película más emblemática '¿Dónde vas Alfonso XII?', en la que interpretaba a María de las Mercedes, la esposa del rey Alfonso XII, muerta la pobre a los 18 años. La película fue rodada en 1958 y aunque Paquita Rico tenía ya casi 30 años, su rostro sería ya el de la jovencita reina muerta y, al revés, Paquita ya fue siempre María de las Mercedes, incluso para el rey Juan Carlos que tuvo el detalle de hacerla sentar con la familia real en el funeral por quien había sido la esposa de su bisabuelo que había fallecido hacía más de un siglo. Paquita se emocionó con el gesto, se tomó tan en serio su papel que durante toda la ceremonia mantuvo un gesto regio y mostró más sentimiento que los verdaderos parientes de la difunta. En realidad, Paquita asistía a su propio funeral porque había sobrevivido a su propia leyenda.

De Paquita, que no tuvo hijos, hablaba bien todo el mundo, en especial su ahijada Lolita, hija de Lola Flores, su íntima amiga, al igual que lo fue Carmen Sevilla. Lola murió hace 22 años y Carmen, borrada ya su memoria, se ha convertido en la última superviviente de una etapa en la que las artistas eran adoradas por el público que veía sus películas, cantaba sus canciones y admiraba como vestían. Eran ídolos de verdad, la mayoría de origen humilde, que mantenían en todo momento su imagen por respeto a ellas y a su público. Nunca se les ocurrió salir de casa en bata y sin pintar.

En 1960, en pleno éxito, Paquita Rico se casó con un torero, Juan Ordóñez, hermano de Antonio, el padre de Carmina y Belén Ordóñez. La boda alimentó el mito de la folclórica y el torero como hicieron antes Pastora Impero con Rafael Gómez, 'El gallo'; Conchita Piquer y Antonio Márquez y más recientemente Isabel Pantoja con Paquirri y Rocío Jurado con José Ortega Cano. Juan Ordóñez se suicidó a los cinco años de la boda y Paquita llevó luto por un torero y fue una dolorosa viuda mucho antes que Isabel Pantoja, pero a diferencia de ésta, con los años se rehizo se volvió a casar con Guillermo Arocha, un empresario canario, que murió en 2002. Actuó hasta que el público quiso y se supo retirar a tiempo.