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P. y yo nos pasamos toda la tarde del sábado hincados en el sofá viendo reposiciones de la primera temporada de “Alaska y Mario”. Nos las sabemos de memoria pero no nos cansan. Siempre descubrimos algo nuevo. En esta ocasión me fijo más en Alaska, de la que me enamoro todavía un poquito más. Educada, respetuosa, divertida y con un punto con el que me identifico: le gusta huir del ruido y estar sola. Luego nos ponemos '¡Qué tiempo tan feliz!' y están haciéndole una entrevista a Terelu por su cumpleaños. Instintivamente me digo “¿otra vez?”, pero no cambio de canal. Me la trago enterita. No seré yo quien tenga el valor de criticar a una persona por salir demasiado en televisión porque no he hecho otra cosa en estos últimos años. Y no creo que la televisión queme. Lo que quema, como decía Hermida, es no trabajar. Terelu está viviendo su momento y debe aprovecharlo. Estoy convencido de que si renuevan 'Las Campos' su carrera dará un giro que le puede proporcionar muchísimas alegrías. Esto es una de las cosas que más me gustan de mi trabajo. Lo imprevisible que es. Cuando menos te lo esperas aparece algo que te motiva y renueva tus fantasías.