Tenemos chica nueva en casa. Se llama Nena, la encontraron vagando por las calles de Fuensalida (Toledo) y P. y yo hemos decidido estrenarnos con ella como familia de acogida.

 

Nena llegó a casa hecha un saco de huesos. Se pasa todo el día comiendo y reclamando mimos. Se acerca sin miedo y desde el primer momento se ha hecho con todos los sofás de la casa. Cartago y Lima la han aceptado con cariño, está visto que reconocen en ella a una igual, a un animal con demasiadas dosis de sufrimiento a sus espaldas. Y para Romeo, la llegada de Nena ha supuesto todo un revulsivo: ha pasado de estar siempre huyéndome a quedarse quieto para que le ponga la correa antes de salir a la calle. Incluso cuando P. me lo sube al sofá ya no se va despavorido sino que deja que lo acaricie y se acurruca encima de mis piernas para dormir. Bienvenida y bendita Nena.