Dice Álvaro, uno de los hijos de Vargas Llosa: “Nadie hace lo que ha hecho mi padre si no siente por otra persona afecto genuino”. Acabáramos. Tanto pollo que se ha organizado porque Mario siente afecto por Isabel. Yo pensaba que el Nobel había sido pasto de las llamas de la pasión, que pasaba noches en vela porque no podía calmar su fuego interno, que estaba todo el día dándose duchas de agua fría para apaciguarse. Pero no. Solo siente “afecto genuino” por Isabel. Menudo coñazo. Hablo con la Rigalt. Hasta la una de la tarde no llegó Jordana con unas magdalenas y unos pastelitos riquísimos. Pero ella dejó la cama antes porque no aguantaba más.