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Rosa Montero- El viernes me compro su último libro, “La carne”, y el sábado ya me lo he leído. Me inquietan las inquietudes de la protagonista acerca del paso del tiempo, la pérdida del sexo y de la pasión. El desasosiego que provoca la muerte, en definitiva. Llamó a la Rigalt para preguntarle si es machista decir que me gusta más la literatura escrita por mujeres y por hombres y me contesta que no. “Los hombres están más hechos para la épica”, sentencia. Detesto la épica y los comportamientos épicos, ahora me entiendo. Admiro a Rosa Montero desde el principio de los tiempos. Uno de mis libros preferidos es suyo: “Temblor”. El sábado por la noche la entrevistan en La Sexta y me enamoro un poquito más de ella. Sigue siendo una mujer combativa, solidaria, generosa y concienciada. Leerla y escucharla te ayudan a recobrar la fe en el ser humano.