Comienza la aventura. El jueves Lara Álvarez y yo tuvimos encuentro con los medios, que intentaron sin éxito arrancarnos secretos de la nueva edición. No lo consiguieron. Y no por falta de pericia, sino porque ninguno de los dos teníamos información. Yo lo prefiero porque así no puedo meter la pata hablando de más. Echamos de menos a Raquel Sánchez Silva, que se tuvo que quedar en casa descansando.
Tras charlar con los compañeros Lara y yo tuvimos sesión de fotos con Teresa Peyri, que es una fotógrafa que me encanta porque es muy buena y muy rápida. Me gustan los fotógrafos que tienen las ideas claras y van al tajo. Durante la sesión de fotos charlo con Lara y descubro que cada vez me cae mejor. El motivo principal de la conversación fue la comida. Respiré aliviado cuando me empezó a contar sin ningún tipo de tapujos que mantener su figura –escultural, por otra parte– trabajo le cuesta. Sudor de gimnasio y un sinfín de renuncias entre semana. Pues eso, que para estar bella hay que ver las estrellas. “Pero luego llega el fin de semana y me paso, claro, hay que disfrutar”, me dice muy convencida.
Antes de despedirse me recomienda un sitio cerca de casa donde ponen unas alcachofas buenísimas. Cuando se va, Teresa Peyri me cuenta asombrada: “Madre mía, esta chica no ha cambiado nada. La conocí hace muchos años y sigue igual de simpática”. Tiene razón. Lara llega con mucha ganas e ilusión, dos elementos indispensables para que te vaya bien en televisión. Por cierto: me ha hecho mucha gracia saber que era una de las cuatro integrantes que cantaban aquel célebre “Amo a Laura”. ¡Rescatad el vídeo en YouTube y disfrutad!