No sé si ya lo he contado aquí, pero yo he dejado de creer en Dios por culpa de Rouco Varela. Porque si de verdad existiera Dios no permitiría que nadie como él utilizara su palabra.

También me cuesta creer en Dios cuando veo a María Dolores de Cospedal con mantilla o al escuchar a algunos tertulianos de 13TV que es, precisamente, la tele de la Conferencia Episcopal. No sé si es una percepción mía pero desde que Somoano está al frente de los Informativos de TVE veo cada vez más curas por metro cuadrado en los telediarios. Sucedió, entre otros días, el sábado por la noche. Como al día siguiente iban a hacer santos a Juan XXIII y a Juan Pablo II, el Telediario habló del tema durante un rato que a mí me pareció demasiado largo. Me fui a dar una vuelta por otras cadenas y al volver a La 1 me topé con un viejuno ‘Informe Semanal’ hablando otra vez de los papas. Entonces estuve a punto de engancharme a una tertulia política pero desistí porque si no sabía que me iba a ir a la cama cabreado. Hay pocas cosas más obsoletas y prescindibles que una tertulia política. A un lado, los periodistas de derechas; al otro, los de izquierdas. Se enfrentan sin escucharse y ninguna de las partes son capaces de reconocer los errores o aciertos de los contrarios. Toda tertulia política debería contar con Conchita y su polígrafo. Es la única salida que le veo a un género tan muerto como la entrevista.