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Como ya he escrito presentamos el espectáculo en Cantares, ese mítico tablao de Madrid donde Lauren Postigo grababa el programa del mismo nombre.
Cuando el programa se emitía ya era rancio de por sí. La cabecera era un rosario de tópicos españoles: panderetas, castañuelas, toros, trajes de flamenca. Creo recordar que se emitía los viernes por la noche y todo él olía a caspa y manzanilla, producía muy mal rollo ver a unos artistas luchando contra el olvido. Sin embargo, con el paso de los años, ha ganado muchísimos enteros. En esas tardes que P. y yo nos quedamos frente al sofá con una botella de vino disfrutamos metiéndonos en YouTube rescatando 'Cantares'. Y nos lo hemos pasado en grande con algunas de las entrevistas que hizo Postigo: son impagables las realizadas a Concha Piquer, Rocío Jurado, Lola Flores. Tanto por la puesta en escena como por la mala leche que desprenden entrevistador y entrevistadas. Se aprende viéndolas sin prejuicios. Después de ver la magistral entrevista que Carlos Herrera le hizo a Miguel de Molina cuando éste contaba 83 años, Ángel Ruiz decidió que la vida del malagueño bien merecía ser contada en un espectáculo. Nos gustó presentarlo en Cantares, un lugar que te transporta a una época tan convulsa como contradictoria.