Mario viene a ‘Sálvame Diario’ con Alaska a promocionar ‘Espectacular’, el último hit de Fangoria, y me sorprende por su contención. Algo pasa con Mario. Él es simpático de natural. Expansivo, divertido, ocurrente. Un terremoto, vamos. Pero la semana pasada lo vi diferente y se lo dije. “Trabajo mucho”, me contestó casi excusándose. Aunque yo intuyo que no es solo el trabajo. Estoy convencido de que el fallecimiento de Bimba Bosé lo ha dejado emocionalmente tocado.

Hay quien ve en Mario un monumento a la frivolidad, pero él es mucho más que eso: un trabajador incansable, un profesional más listo que el hambre, un tío que hace de este mundo un lugar mucho más transitable. Sus teorías espirituales son para cogerlas con pinzas, pero parece que a él le sirven para seguir tirando adelante. Igual lo cogí un día raro, pero yo quiero que Mario esté siempre feliz porque luego él devuelve esa felicidad multiplicada por quince y el planeta se va impregnando poco a poco de su alegría. Esa es parte de mi teoría espiritual. Sí, lo sé. Muy empírica.