Lo peor que le sucede a Isabel II no es que le guste salir en la tele haciendo el ganso o que tenga un dudoso gusto a la hora de escoger compañeros sentimentales y/o sexuales de viaje. Lo peor es tener como amigo a un señor, Sema, que goza en cuanto advierte que una cámara le está enfocando. Sema querría ser Isabel II, Alberto Isla o incluso el perro Pancho de la Bonoloto. Una persona, animal o cosa que despertara por sí mismo atención mediática.



 

Cabría explicarle a Isabel II que los amigos como Sema te empujan al precipicio e incluso algunos de ellos son capaces de pegarte un ligero puntapié para que te despeñes montaña abajo y poder así ocupar tu puesto en las páginas del colorín.

 

La amistad entre Isabel II y Sema es como una versión cutre de la célebre película ‘Eva al desnudo’. Intuyo que Sema es muy gracioso en la intimidad y que sabe bailarle el agua a la niña como nadie. Pero que vaya con cuidado la cría porque cuando las cosas vengan peor dadas –porque mal ya están– dudo que Sema esté ahí para ofrecerse como tabla de salvación. Andará a las faldas de otra famosa en ciernes, que para eso los buscadores de incipientes oropeles tienen mucho olfato.

 

Antes de acudir al olor de otra hembra con ansias de figurar, Sema disfrutó de una Fiesta del Pijama con la hermana de Kiko Rivera. Adjuntamos fotografía del impagable documento, que se podrá ver en su totalidad el miércoles 8 de octubre en ‘Cazamariposas’. La visión del maromo en ropa de noche a buen seguro inspirará las próximas colecciones de John Galiano. Sema en pijama no es un palmero junior que aspire a ser tan conocido como el Chuli, el Pai o el Cabra. No. Es una versión XXL de un Toy Boy.