La vuelta de Belén Esteban a la televisión tras su veraneo marca el inicio del nuevo curso televisivo. Esta vez volvía para revelar una conversación que mantuvo con María José Campanario.

Cuando comenzó a narrar la historia, me vino a la memoria 'Feud', esa maravillosa serie protagonizada por Jessica Lange y Susan Sarandon que narra la legendaria enemistad entre Joan Crawford y Bette Davis. Belén sería Bette, porque coinciden las iniciales y porque ambas tienen unos ojos enormes. Sobre la historia que contaba Belén andaba un poco perdido porque, tras un mes sin ver 'Sálvame', casi no sé ni quién es la Campanario. En esta ocasión, lo que más me gustó de la entrevista fueron esos elementos cotidianos que Belén siempre introduce en sus intervenciones y que la han convertido en una excelente narradora.

Por ejemplo, me gustó saber que uno de sus restaurantes favoritos es La Cueva, en Paracuellos, porque desde la terraza se divisan unas vistas espectaculares del aeropuerto y de Madrid. Sospecho que también debe comerse bien porque la Esteban, amante de unos buenos torreznos o una buena tortilla de patata, no es de las que se convierte en asidua de un lugar solo por postureo.

También me hizo gracia saber que, cuando la llamó La Campa, puso el teléfono en altavoz porque no había nadie en la terraza -era verano, nueve de agosto- y porque con sus suegros tiene muchísima confianza. A mí lo de poner el altavoz no me gusta hacerlo porque, si imagino que me lo hacen, me pongo hecho una furia. Pero a ver quién es el guapo que no ha cometido esa tropelía al menos una vez en su vida.

Belén triunfó en su reaparición. Como dice el protagonista de 'El gato pardo': "Hace falta que algo cambie para que todo siga igual". La llamada de Campanario a Belén introduce un elemento nuevo en la historia que contribuirá, ya lo veréis, a que el devenir de 'Sálvame' y sus protagonistas permanezca inmutable.