Es el elemento más sensato que ha salido del universo de ‘Mujeres y hombres y viceversa’. Después de dar algunos que otros tumbos por platós de televisión explicando su historia con el desaparecido Rafa Mora, Tamara se enamoró del futbolista Ezequiel Garay y le dijo adiós a la frivolidad.

 

A pesar de vivir al lado de un millonario no le gusta vivir del cuento. La sigo en las redes sociales y me costaba creer que esa imagen tan idílica que pretendía vendernos tuviera algo que ver con la realidad. Era todo demasiado ideal como para ser cierto.

 

El viernes en el ‘Deluxe’ tuvo la valentía de contarnos la verdad: ha pasado tres años muy negros por la imposibilidad de quedarse embarazada. Se sometió a numerosas pruebas y probó diversos métodos hasta que le comunicaron que no podría tener hijos. Sintió que fallaba a su marido como mujer por no poder darle un bebé. Tras varios años de infructuosa lucha Tamara y Ezequiel decidieron ser papás a través de una madre subrogada, que ya está embarazada de tres meses. Lo han hecho en Los Ángeles, California, dado que en nuestro país las leyes todavía no lo permiten. No sé a qué esperan: están empujando a muchas familias a ir en busca de su sueño muy lejos de nuestras fronteras.

 

Tamara concedió el viernes una entrevista muy emotiva, dolorosa y esperanzada a la vez. Mientras nos contaba su historia recibí un mensaje en el móvil: “No puedo decirte nada pero Tamara está en un momento muy delicado. Temo que se rompa en plató”. Ojalá lo supere. Se merece ser feliz.