Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS

 

Las tres hermanas Gummer son rubias, esbeltas y tienen una nariz afilada y elegante. Las tres son el vivo retrato de su madre, la grandiosa Meryl Streep, bellísima y un mito viviente del cine. De momento, el talento aún lo tienen que probar, pues sus carreras en Hollywood no han hecho más que arrancar, pero de su belleza ya podemos dar crédito: son preciosas. Y no sólo lo pensamos nosotros, también lo piensa la firma & Other Stories, que las ha escogido como imagen de una de sus últimas campañas.

 

Las tres son Mamie (31), Grace (28) y Louisa (23), y, como decimos, aunque todavía no sean muy conocidas por el gran público, no son ningunas novatas. Han empezado con pequeños papelitos en cine y en televisión, o en moda, como le sucede a Louisa, más centrada en su futuro como maniquí que en el de actriz. Las dos mayores sí que han orientado su carrera a la interpretación; la de 31 años tiene un papel fijo en ‘The Good Wife’, mientras que la de 28 ha sido una de las protagonistas de la última temporada de ‘American Horror Story’. Ella era la ‘Mujer Lagarto’, extremadamente tatuada y enamorada de otro de los ‘freaks’ del circo de Elsa Mars.

 

Esta sesión de fotografía, realizada por el maestro Stephen Shore, ha sido la responsable de reunir por primera vez a las tres Gummer en un trabajo de moda. Las fotos, con cierto regusto retro, recuerdan a la película ‘Las vírgenes suicidas’, donde las protagonistas, también hermanas, poseen una belleza que desarma y engancha. Las tres son las encargadas de lucir la colección de accesorios que Clare Viver ha diseñado en exclusiva para la firma sueca, hermana meno del gigante H&M, y que cuenta con dos tiendas en España (una Barcelona y otra en Madrid que abrió las pasadas Navidades).

 

Ellas, al igual que tantos otros jóvenes de su generación como Patrick Schwarzenegger, Ireland Baldwin, Scott Eastwood… son los hijos del Hollywood que no desean seguir los pasos de sus padres, y se desmarcan de ellos centrándose en la moda, donde aún pueden brillar sin tener la alargada sombra de sus progenitores de por medio.