Inconscientemente, no lo había pensado nunca, pero quizás sí. Quizás sí que sus 20 años en Madrid primero, de photocall en photocall, después haciendo entrevistas, luego convirtiéndose en contertulio de televisión y, por último, en su última gran estrella, le hayan servido para convertirse en un novato. En novato de los escenarios, claro, pero con un poder de convocatoria que ya lo quisieran las grandes damas de la escena. Jorge Javier Vázquez, rey Midas de la tele y blogger de excepción de Lecturas, se convierte en actor. Y de los más completos: de los que actúan, cantan y bailan. Juega con ventaja. Se interpretará a sí mismo, aunque eso, a Kiti Manver, le parezca complicadísimo. La mítica cantante de flamenco pop de 'Pepi, Luci y Bom' hará de su madre, de La Mari. Porque sí, Jorge Javier será Jorge Javier sobre las tablas de un teatro en el musical 'Iba en serio', que se basará en su vida, que recordará sus 45 años –para el estreno los tendrá recién cumplidos– incluso un poco antes de nacer. Iba en serio. Quién le iba a decir que pasaría las Navidades en la Gran Vía con su nombre convertido en bombillas. Él bromea: “Me lo llegan a decir y yo habría respondido. ¿Ah sí? ¿En la Gran Vía? ¿En qué estanco?”.

 

El estreno será el próximo 4 de septiembre en Málaga, como 'Miguel de Molina al desnudo', la obra con la que Jorge Javier se embarcó –como productor eso sí, pero con un pequeño cameo fílmico– en esto del teatro y que le dio ese puntapié que necesitaba para, por fin, salir a un escenario. Y en Navidades, del 17 de diciembre al 6 de enero, tras una nutrida gira, Madrid. Ya no hay marcha atrás. “Sólo me queda a mí meter la pata”, explica el presentador en una rueda de prensa que, en su transcurso, se estaba convirtiendo en Trending Topic en las redes sociales.

 

El guion aún no está ultimado. Juan Carlos Rubio es el encargado de adaptar la novela de Jorge Javier para convertirla en obra de teatro y quien también la dirigirá. El cartel, sin embargo, ya está impreso. “Estoy encantado porque parezco Richard Gere en Chicago”, dice el de San Roque mientras se observa de espaldas, vestido de esmoquin ante unas bambalinas de diseño art decó. Porque “uno de San Roque también tiene momentos pijos”, y en uno de esos flashes, se le ocurrió que su primera obra literaria podría ser también teatro. “Estaba de viaje. Y en una travesía de Saint Barth a Saint Martin lo pensé, cogí el movil y escribí a Juan Carlos: tenemos que hacer algo con el libro y que Kiti Manver haga de mi madre”.

 

El director y dramaturgo cogió el órdago y todo se puso en marcha. Kiti Manver también era un sueño. La actriz y Jorge se conocían, cuenta, desde que el maestro de ceremonias de 'Sálvame' hizo su traslado de Barcelona a Madrid. El marido de la Manver era su dentista, “el dentista de las estrellas”, contaba entre risas, y ya entonces se prometieron trabajar algún día juntos. Pero hoy, confiesa Jorge, "la expresión 'sueño cumplido' se convierte en una frase devaluada” si lo comparamos, imaginamos, con todo lo que se cierne a su alrededor.

 

Porque si en 'La vida iba en serio', su novela, Jorge Javier escribía su vida, aquí la va a cantar. Otra de las pasiones de Jorge, la voz –que así se apellida su conservatorio el Laboratorio de la voz–, y lo hará con la que ha sido su banda sonora vital. Las canciones que le han marcado y que forman parte también de toda una generación.

 

“Será un show. Un espectáculo en el sentido americano. Alegre, con momentos de pellizco, pero en donde la gente se lo pase bien y se divierta. Eso será el éxito de la obra para mí, que la gente salga del teatro diciendo: me he divertido”. El fracaso prefiere no contemplarlo. Sería eso de “preferíría haberme quedado en casa”, aunque eso también significara verlo a él en 'Sálvame'. “No tengo miedo. Además, no quiero dejarme vencer por el miedo. Sí por el respeto… No hay día en que no piense cómo va a ser…”, relata Jorge Javier al que parece mentira verlo así, casi como un niño inseguro. “Confío en los ensayos y en el calendario”.

 

De hecho, para que todo salga perfecto, Jorge señala que, en cuestión de días, se ha convertido, por fin, en el perfecto estereotipo de “una señorita de provincias. Canto, bailo y sólo me falta coser pa’ la calle. Quiero enfrentarme al estreno con el trabajo bien hecho”, remata más serio el presentador tras la carcajada general por la ocurrencia a lo 'Calle Mayor'.

 

“¿No te sientes como Billy Elliot?”, asegura que le cuentan los cercanos cuando se emociona contando el proyecto, una emoción que, sin embargo, ya no comparte con la familia, “acostumbrada” ya a los continuos éxitos del hijo pródigo. “Mi madre está encantada, sí… Están alucinados, pero imagino que como ya son tantas cosas, no reaccionan. O reaccionan con una naturalidad que a mí me pasma. Digo, 'oye, mamá, que de ti va a hacer Kiti manver'. Y ella contesta. 'Ah, vale. Bueno'”, escenifica Jorge Javier, entusiasmado al comprobar que, desde el escenario y con las luces, “no se ve al público y puedo salir al teatro con la sensación de que no me mira nadie”. Y eso que diariamente lo ven 3 millones de personas. En realidad, es broma, afirma que no puede abrirse el telón y “salir con el condicionamiento del qué dirán. Y, esto no lo he dicho, pero, si se suspende, no pasa nada. Un escándalo más”.

 

Porque aún le da “palo” cantar en público. Le han oído muy pocos. Hasta P. –como aparece su pareja en su blog– le ha costado oír sus trinos. “Pero es lo que tenemos los novatos, que nos enseñan que hay que calentar la voz, comprobar el sonido… y que si no está todo bien, no se canta. Soy muy buen 'mandao'”.

 

Pero este flirteo con la escena no significa un adiós a la televisión. La tele, afirma, es su sustento y hasta los 47 tiene contrato con Telecinco. Eso sí, Paolo Vasile, confiesa, le ha permitido volver a 'Sálvame', tras la vacaciones de verano, una semana después de la entrada de la temporada y las funciones se han programado para domingo y lunes. “Tengo mi agenda cogida hasta el 2016. Soy como la Caballé”, apostilla el presentador, quien para entonces se verá en la marquesina del Teatro Coliseum de Barcelona, “por donde yo pasaba cada día cuando iba a estudiar Filología a la facultad”.

 

¿Y el cine? “¿El cine? ¡No!”, responde Jorge Javier sin dar lugar a la repregunta. Quizás porque bastante tiene ya con el teatro y lo que cuesta la cultura en este país. De hecho, el presentador señaló que, con normativas como las del 21% que grava las manifestaciones artísticas, “el PP está ejecutando a la perfección el papel de exterminador de la cultura. Ningún Gobierno puede quedarse inmaculado por algo así”.