Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS

 

La fiesta Vanity Fair suele congregar al mayor número de celebridades por metro cuadrado en sus fiestas post Oscar. Es la más esperada y muchas invitadas llegan hasta a cambiarse de vestido para acudir al evento. Diríamos que se ponen algo más cómodo con lo que poder beber, bailar y festejar con sus compañeros, pero estaríamos mintiendo. Lo de cambiarse de modelo te asegura una nueva mención en las crónicas estilísticas del día siguiente y si encima te animas a enseñar un poquito de piel, entonces ya sí que te sale el plan redondo.

 

Exacta estrategia llevaron la cantante Rita Ora y la modelo Irina Shayk. La primera, invitada a los Oscar, pasó por su hotel para hacer el segundo cambio de la noche. Del Marchesa que llevó a los Oscar pasó a un trasparentosísimo Donna Karan sólo apto para personas con una confianza desbordante. Por su parte, la rusa debió de necesitar todo el tiempo del mundo (y un poco más) para enfundarse su Atelier Versace, un modelo que no sabíamos dónde empezaba y dónde terminaba. Con un tejido plumeti fabuloso que servía de medias y de cuerpo del vestido.

 

Sin duda, las dos, con sus looks aparentemente ‘desnudos’, fueron las reinas indiscutibles de la fiesta, pero tuvieron duras competidoras en Sofía Vergara, Natalie Portman o Diane Kruger. No te pierdas la galería con las mejor vestidas de la fiesta post Oscar de Vanity Fair.