Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS

 

Y Johnny Depp vuelve a estar fuera del mercado. El actor dura soltero (o sin pareja) menos de lo que dura que un caramelo en la puerta de un colegio. Amber Heard ha sido la joven que le ha devuelto la fe en el amor y lo ha convertido, de nuevo, en un hombre casado.

 

La boda se celebró el martes día 3 de febrero, en su casa de Los Ángeles, según ha desvelado People. Ahí tuvo lugar una pequeña ceremonia en la que Depp y Heard pasaron a ser marido y mujer de manera legal, pero la gran celebración del matrimonio llegará el fin de semana del 7, cuando la pareja tiene planeada una fiesta por todo lo alto.

 

Depp, que tras un ultimátum propuesto por Amber, decidió ingresar en rehabilitación y curarse de sus adicciones, ha estado prometido con la joven actriz durante menos de un año. En estos meses el actor dio la nota al subir a entregar un premio en evidente estado de embriaguez. Tan bochornosa fue su intervención, que Heard no se anduvo por las ramas y le dijo eso de “o el alcohol o yo”. El de ‘Eduardo Manostijeras’ decidió bien y apartó de su vida las bebidas espirituosas.

 

Ahora la pareja se trasladará a Little Hall’s Pond Cay, la isla privada del actor en las Bahamas, donde tendrá lugar este fin de semana la fiesta. Esta fue la misma isla en la que se casaron en secreto Penélope Cruz y Javier Bardem, grandes amigos de Depp, que se tendrán que perder la celebración puesto que Cruz entregará un Goya en la gala de este sábado. Los que sí estarán serán alrededor de 50 invitados entre los que se encontrarán las familias de ambos y sus amigos más cercanos.

 

Depp siempre ha sentido especial debilidad por el amor. Romántico e impulsivo, cada una de sus historias ha sido más apasionada que la anterior. Se casó muy joven con Lori Anne Allison y este matrimonio sólo le duró un par de años; después vendría Sherilyn Fenn, la Audrey de ‘Twin Peaks’, para acabar en los brazos de uno de los mitos de los 90, Winona Ryder. Por ella se hizo un tatuaje en el que se leía: ‘Winona Forever’, el cual se transformó en ‘Wine forever’ (vino para siempre) cuando se precipitó su ruptura en 1993. Tras ella vendría otro de los grandes iconos de los años de la generación perdida, pero ella, de la moda. Se llamaba Kate Moss y ya era una de las modelos más cotizadas de las pasarelas. Su romance con Depp disparó su caché de estrella. Y enganchando pareja con pareja, llegó en 1998 hasta la que sería la madre de sus hijos, su pareja por más años y relación más duradera, Vanesa Paradis. Al lado de la francesa tuvo a sus dos hijos, Lily-Rose y John Christopher. El amor se les acabó en 2012, cuando se cruzó por su vida, durante un rodaje la que hoy es su flamante nueva mujer, Amber Heard.