Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS

 

La noche del domingo 1 de febrero fue la noche del fútbol americano. Millones de espectadores estadounidenses se pegaron a las pantallas de sus televisores para no perderse detalle de la final más esperada de todo el año. Nosotros, aunque ni seamos americanos, ni sintamos especial predilección por este juego, hoy no podemos evitar hablar del evento deportivo por varias cosas: Uno, la actuación la actuación de Katy Perry, dos, toda la familia de Gisele Bündchen emocionada con la victoria de Tom Brady, jugador de los Patriots, el equipo vencedor de la jornada.

 

La brasileña ha utilizado las redes sociales para demostrarle todo su apoyo a su pareja, una de las estrellas de la liga americana. Ayer, Gisele se equipó con la camiseta del equipo de su marido, y vistió a los niños con la suya correspondiente; todos bien conjuntados para apoyar a papá en uno de sus partidos más importantes.

 

Esta, además, ha sido una victoria muy especial para Tom Brady. El deportista ha hecho historia en el fútbol americano al conseguir su cuarto anillo (por cada Super Bowl ganada, los jugadores reciben esta joya), un número que sólo alcanzaron antes dos nombres: Joe Montana y Terry Bradshaw. Era, por tanto, una noche importantísima para él, quien, al finalizar el partido, fue el encargado de levantar el trofeo en representación de todo su equipo.

 

Pero sin duda, el momento más tierno de la noche se produjo cuando Gisele se acercó a su chico para felicitarlo y los dos, emocionados, se fundieron en un precioso beso del que dejaron constancia todas las cámaras.

 

Después, Tom abrazó a sus dos hijos, John (nacido de una relación anterior) y Benjamin. Faltó la pequeña de la familia, Vivian, que aún debe de ser demasiado chiquitina para disfrutar a pie de campo de una final de la Super Bowl, y quien la vería desde casa.

 

“¡Estamos tan orgullosos de ti papi! ¡Enhorabuena!” le escribía en inglés y en portugués la súper modelo a su marido en las redes sociales, dejando constancia, por si su cara no lo dijera todo ya, lo felices que les había hecho a todos la victoria de Tom.