Hay personas que no aprenden las lecciones de la vida y Lindsay Lohan es de las que no sólo no aprenden, sino que acaban liándolo todo tanto que no se sabe dónde empiezan y acaban los problemas. 

 

La ex estrella Disney, que debía cumplir treinta días de servicios comunitarios -con terapia y rehabilitación incluidas- por haber estrellado en 2012 un porsche contra un camión cuando se dirigía al set de rodaje de 'Liz & Dick', está siendo investigada por el fiscal de Santa Mónica Terry White en nombre del juez de la Corte Suprema de Los Ángeles, Richard Stone, ya que presuntamente ha pasado por servicios comunitarios encuentros con sus fans.

 

Según ha publicado el portal TMZ, el representante legal de Lindsay presentó un informe donde se justificaba que, exactamente, habría completado 80 horas de servicios a la comunidad en nueve días, con cinco reuniones de tres horas cada con jóvenes de Teatros Voluntarios a quienes ofreció, supuestamente, "una experiencia real de trabajo". Además, habría dejado que la acompañaran dos jóvenes mientras trabajaba, y habría regalado a todos ellos entradas para la obra que se encuentra representando estos días en Londres, 'Speed-the-Plow'.

 

La empresa de Lilo por cumplir con su condena se antoja hercúlea, sobre todo, si recordamos que el virus del que se contagió en la Polinesia Francesa la mantuvo hace pocos días casi una semana ingresada por fiebre alta y dolores insoportables. Lindsay se infectó del virus Chikungunya el pasado diciembre por la picadura de un mosquito contagiado, contrayendo lo que se conoce comúnmente como 'artritis vírica'. 

 

El fiscal tendrá todos estas variables para presentar un contrainforme al presentado por la protagonista de 'Herbie, a toda marcha' con las incongruencias que encuentre y presentará sus conclusiones el 18 de febrero, día de la vista del caso.