Por mucho que hayan pasado ocho años desde que Rocío Jurado nos dejara huérfanos -ya sufrimos con la muerte de Lola Flores, pero la de 'la más grande' fue un golpe casi letal para todos los fans-, la familia Jurado-Mohedano-Carrasco sigue dando que hablar. Esta semana, Rocío Carrasco se convertía en el personaje más buscado y, como no podía ser de otra forma, en la portada de Lecturas. El drama sigue acompañando a la hija de la cantante, que tras sufrir la pérdida de su padre y de su madre, ahora tiene que ver como su hija reniega de ella y se posiciona al lado de Antonio David Flores -llegando a declarar que considera a Olga, la pareja de éste, como su propia madre-. Y si con eso no tenía bastante, tiene los líos matrimoniales de sus tíos, los problemas judiciales de su padrastro y hermanastro, los conflictos con la herencia de su madre y un sinfín de problemas que parece que nunca terminan. Pero vayamos poco a poco, que la cosa está complicada.

 

¿Quiénes son los Jurado?

 

El clan de los Jurado, en honor a la más grande, agrupa varias dinastías -como si de 'Juego de tronos' se tratase-. Tenemos a los Mohedano, a los Carrasco, a los Ortega y a un grupo independiente que acoge a los que tienen o han tenido relación con el clan, pero que no han conseguido fundar una estirpe -esto es peor que la lista de los Reyes Godos-. Y todo gracias al arte, el talento y la grandeza de Rocío Jurado. Nadie ha cantado como ella, nadie ha sabido ganarse al público como ella, nadie se ha felicitado el cumpleaños a sí misma en la puerta de su casa como ella. Alrededor de la cantante se construyó una complicada red familiar que acabó derrumbándose sin remedio en cuanto ésta falleció en 2006 tras una larga enfermedad. En aquel momento, todos pensaron que podrían igualar a la Jurado, sin darse cuenta de que artistas sólo hay una. ¡Ay, si Rocío levantara la cabeza!

 

¿Por qué son famosos?

 

Rocío Jurado pertenece a esa generación de cantantes españolas que empezó a triunfar cuando era tan sólo una niña. Con ocho años se dedicaba a participar en concursos organizados por emisoras de radio y los ganaba casi sin despeinarse. Sus padres, viendo el talento de la niña, decidieron llevarla a Madrid para ver si podía labrarse una carrera como cantante, y así lo hizo. Pastora Imperio la contrató para su tablao flamenco, donde estuvo trabajando a pesar de ser menor de edad. Con el tiempo, Rocío empezó a cambiar la bata de cola por los vestidos de noche y llegaron sus grandes éxitos, su carrera internacional y el apodo que la acompañó durante los últimos años, 'la más grande'. Mientras tanto, tuvo tiempo de casarse dos veces, de tener una hija biológica y adoptar dos niños más, de recorrer el mundo entero y llegar a cantar delante del Presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan.

 

¿Qué miembros componen el clan?

 

La saga de los Jurado es compleja y numerosa. Hay muchos personajes implicados y todos, o casi todos, quieren su pequeño hueco en la crónica social. Pongámonos manos a la obra y repasemos a los componentes más mediáticos. Tengan en cuenta que vamos a dejarnos fuera a muchos de los sobrinos de la cantante y a su familia política, si no, podemos quedarse aquí hasta mañana.

 

Rocío Carrasco, la hijísima. La hija de Rocío Jurado y Pedro Carrasco estaba destinada a ser una celebrity desde su nacimiento. Única descendiente de la pareja, Rocío -que se las vio y se las deseó para quitarse el apodo de 'Rociíto'- fue modelo, presentadora e it-girl, cuando no sabíamos ni que existía este término. Desfiló en algún que otro supermercado, presentó un programa con el Padre Apeles y se hizo fija en los matinales de María Teresa Campos. Con el tiempo se arrepintió de tanta exhibición pública y se retiró de la televisión y de la crónica social. Pero la cabra tira al monte y tras una larga etapa alejada de los medios, apareció como fichaje estrella del programa 'Hables con ellas'. Seguro que mamá Campos está muy orgullosa.

 

José Ortega Cano, el viudo. ¿Quién le hubiera dicho a Rocío Jurado que su amado Ortega acabaría entre rejas? Tras su fallido matrimonio con el boxeador Pedro Carrasco, la cantante cumplió el sueño de toda folclórica casándose con un torero. Juntos adoptaron a dos niños y vivieron felices -y muy a gustito- hasta la muerte de la cantante. Desde entonces, Ortega Cano no ha tenido hora buena. Que si polémicas, que si distanciamientos con su familia, que si exclusivas, todo hasta tener un hijo con Ana María Aldón y acabar cumpliendo condena por el homicidio de Carlos Parra.

 

José Fernando Ortega, el problemático. A finales de 1999, Rocío Jurado y Ortega Cano adoptaron a dos niños de origen colombiano. La llegada de los pequeños a España estuvo rodeada de prensa y expectación. Pocos pudieron imaginar en aquel momento como terminaría la historia. José Fernando se convirtió, con el tiempo, en la oveja negra de la familia. Controversias económicas, malas compañías, una inexistente relación con su padre y problemas de adicciones han marcado la vida del joven durante los últimos años. Y lo que todavía le queda.

 

Gloria Camila Ortega, la it-girl. Con su padre en la cárcel y su hermano desaparecido, Gloria Camina se ha erigido en el puntal de la familia Ortega Mohedano. La joven ha demostrado que no tiene un pelo de tonta, que interactuar con los medios se le da muy bien y que no tiene pelos en la lengua para airear los problemas de su familia. Ahora tan sólo le queda aceptar la oferta de alguna revista -que seguro que tiene- y convertirse en bloguera de moda. 'El armario de GloriaCa' sería un buen título, ¿no creen?

 

Rosa Benito, la estrella de la familia. Pese a no tener relación de parentesco directo, Rosa Benito se parece cada día más a Rocío Jurado. La cuñadísima ejerció de peluquera y asistente de la cantante durante más de veinte años y fue absorbiendo, poco a poco, los gestos, la cadencia e incluso el tono de voz de la Jurado. Durante la enfermedad de la cantante, Rosa Benito se convirtió en portavoz televisivo de la familia y ahí se quedó. Ahora, ella es la estrella. La vida de la colaboradora sustenta gran parte de los contenidos de 'Sálvame' y ha pasado a ser uno de los grandes personajes de la crónica social española. Y parece encantada, por mucho que sufra.

 

Amador Mohedano, el hermanísimo. Rocío Jurado fichó a su hermano Amador para que ejerciera de manager y representante y junto a él realizó gran parte de su carrera. Con la desaparición de la cantante, Amador se quedó sin nada. Deprimido y sin trabajo, se dedicó a montar y fundar el eterno museo dedicado a Rocío -que nunca llega a ver su inauguración- y a llevar los negocios de su mujer, Rosa Benito, y su hija Chayo. Pero la vida de los Mohedano se ha convertido en un circo televisivo de cuatro pistas. Broncas, reproches, reconciliaciones y separaciones en directo, hasta llegar al divorcio y la participación en realities y programas de televisión. Todo lo que rodea a Amador genera polémica.

 

Chayo Mohedano, la aspirante a cantante. Vivir cerca de una cantante de la talla de Rocío Jurado debe despertar mucha curiosidad, pero claro, genios así aparecen pocos. Chayo Mohedano, hija de Amador y Rosa, quiso ser cantante como su tía y se lanzó al ruedo de la mano de su padre. Y no es que la chica cante mal, pero Rocío Jurado no es. De haber elegido otros estilos musicales, otras producciones y otro tipo de carrera musical, le hubiese ido muchísimo mejor. Pero ahí está, aguantando y haciéndose un hueco en televisión, que tampoco termina de cuajar.

 

Antonio Tejado, el desterrado. Los linajes Jurado y Del Monte se unieron gracias al romance entre Chayo Mohedano y Antonio Tejado, sobrino de María del Monte. Tuvieron un hijo juntos y su relación duró menos que nada. A partir de ese momento, Tejado se convirtió en la pesadilla de los Mohedano. Tuvo su silla habitual en el programa 'Enemigos íntimos', fue asesor del amor en 'Mujeres y Hombres y Viceversa' y participó en 'Supervivientes'. Pero, como siempre, la fama dura lo que dura y no es tanto como uno quisiera.

 

Gloria Mohedano, la hermana desconocida. Rocío Jurado tuvo dos hermanos menores, Amador y Gloria. De ésta poco sabemos. Muy parecida físicamente a la cantante, Gloria aparece de vez en cuando, comenta cuando se le pregunta y trata de pasar lo más desapercibida posible. En cambio, su marido, José Antonio, no pierde ocasión para sembrar dudas y lanzar dardos a quién quiera recogerlos. Ay, los Modehano, ¡es que no paran!

 

Antonio David Flores, el guardia civil. La boda de Rocío Carrasco y Antonio David fue de lo mejor que hemos visto en la crónica social -todavía no nos hemos podido recuperar del impacto-. Un joven guardia civil pasaba a ser el yerno de la Jurado y acaparaba la atención de los medios. Tanto fue así que dejó el cuerpo y se dedicó a fundar empresas junto a su mujer y a hacer exclusivas. Tuvieron dos hijos y terminaron como el rosario de la aurora. Desde entonces, ha sido un personaje recurrente en televisión, con épocas mejores y otras peores, pero con más suerte que la mayoría.

 

Raquel Mosquera, la peluquera. En la otra vertiente de los Jurado, la creada por Pedro Carrasco, nos encontramos a Raquel Mosquera. Tras la separación del matrimonio, el boxeador volvió a casar con una peluquera de curvilíneo cuerpo, que se convirtió en el amor de su vida. Raquel es un icono. Nos ha dejado momentos impagables, se ha desnudado en portadas de revista, dejando claro que las mujeres rotundas también son sexys, y ha guardado silencio -o lo ha intentado- sobre las relaciones familiares de su difunto marido. Una estrella mediática.

 

¿Cuál es nuestro favorito?

 

Entre tanta variedad resulta complicado decantarse por un único integrante. Nos divierte mucho Raquel Mosquera, nos intriga Rocío Carrasco -un personaje del que conocemos toda su vida pero que, en realidad, no sabemos nada-, nos enternece Gloria Camila, pero si nos tenemos que quedar con una, lo hacemos con Rosa Benito. La cuñada de la Jurado ha nacido para estar en televisión. Sus 'speeches' mirando directamente a la cámara son hipnóticos, igual que su forma de manejar los hilos de su vida o de ganar el concurso 'Supervivientes'. Rosa ha sabido moldear el espíritu de Rocío Jurado hasta hacérselo propio. Y le funciona -¡y de qué manera!-. Ahora sólo le falta grabar un disco. Tiempo al tiempo.