Al día siguiente de celebrarse el funeral en Madrid de doña Cayetana de Alba, Alfonso Díez se instaló en su piso de soltero, en el céntrico barrio de Chamberí, mientras que los hijos de la duquesa de Alba siguen residiendo, como siempre, en el Palacio de Liria.

 

Así, el viudo de la duquesa ha empezado a hacer vida independiente, fuera del palacio madrileño, y el miércoles quedaba para comer con unos amigos.

 

A diferencia de lo que ocurría en tiempos en que vivía la duquesa, Alfonso se desplazó por la ciudad sin utilizar coche de la familia de Alba, y es que su vida ha cambiado por completo desde que el pasado 20 de noviembre doña Cayetana falleciese en su residencia sevillana del Palacio de las Dueñas.

 

Ahora, el viudo tiene que acostumbrarse a su nueva vida y aunque en un principio se pensó que iba a marcharse a vivir a su casa de Sanlúcar de Barrameda para estar cerca de sus amigos andaluces, sin embargo, parece que su última decisión es la de vivir a caballo entre Madrid y el municipio gaditano.

 

Fernando Martínez de Irujo comentaba hace unos días que Alfonso seguiría en contacto con la familia. Sin embargo, este contacto va a ser muy diferente al que mantenían en tiempos de doña Cayetana y con algunos de los hijos de la duquesa será más cercano que con otros. Así, durante el funeral en Madrid se pudo ver la gran unión que mantiene con Cayetano Martínez de Irujo. Aunque en un principio fue uno de los mayores opositores a la relación de su madre con Alfonso, con el tiempo le ha ido conociendo y entre ellos ha surgido una buena amistad. Tanto es así, que Díez fue el único de la familia que se acercó a ver al Conde de Salvatierra al hospital en Sevilla, tras su intervención de urgencia, debido a una obstrucción intestinal.

 

Alfonso Díez a partir de ahora vivirá su duelo de una manera independiente al resto de la familia de Alba y tendrá que refugiarse en los amigos que ha ido haciendo con el paso de los años.