Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS

Qué chocante resulta ver a uno de los ídolos de tu infancia con otro rostro. Y no hablamos de los estragos del paso del tiempo, no. Hablamos de otra cara por obra y gracia del bisturí.

Las que hace años nos confundían al interpretar un mismo papel, Ashley y Mary Kate Olsen, hoy jamás diríamos que son gemelas. Mientras que la primera, a la derecha de la foto, se ha mantenido fiel a su fisonomía, la segunda -izquierda- ha cambiado por completo. También es cierto que Ashley siempre ha llevado una vida mucho más ordenada que Mary Kate, considerada la hermana rebelde del clan, quien llegó a padecer desórdenes alimenticios y abusar de la fiesta.

Ahora, con una más que sólida carrera en el mundo de la moda, las que un día fueron las gemelas más adorables de los Estados Unidos, se presentan al mundo con unos rostros donde no cabe la similitud.

Mary Kate, comprometida con el hermano de Nicolas Sarcozy, 17 años mayor que ella, parece haberse retocado algo de su rostro pero nadie es capaz de decir el qué. ¿Son sus pómulos? ¿Su mandíbula, quizás? El caso es que su nueva apariencia no ha pasado desapercibida, mucho menos posando al lado de su hermana gemela… La Red se ha convertido en un hervidero de rumores que señalaban a la Olsen díscola como una aficionada al retoque, y eso con sólo 28 años.

¿Una nueva Renée Zellweger?

Ella ha querido defenderse. MK asegura que su nuevo look es el culpable de que la veamos tan cambiada. También señala la angulación de las cámaras con las que fueron tomadas las fotografías, como posible responsable la esta apariencia tan distinta.

De nuevo, y como ocurría con Renée Zellweger, el adjetivo andrógino sale a la luz. Tanto la actriz como la diseñadora ahora lucen rostros más angulosos, con las facciones más marcadas, lo que da ese aspecto de androginia de la que todos hablan.

En todo caso, puede que esta nueva imagen se deba a un oscurecimiento del cabello, a otra forma de maquillarse, o, por qué no, una manera diferente de posar ante la cámara. Ahora la vemos menos rígida, parece haber ganado comodidad y su gesto es mucho más relajado que el que mostraba en anteriores fotografías.

Sea lo que sea, estamos seguros de una cosa: ya no hay rastro de aquellas niñas que nos robaron el corazón en ‘Padres Forzosos’.