Por GLÒRIA FERNÁNDEZ

Son muy sexys y terriblemente competitivos, como han demostrado sobre el asfalto del Circuito de Montmeló en Barcelona, escenario que ha sido testigo de luchas de infarto sobre el asfalto. El protagonista de ‘El chiringuito de Pepe’, Santi Millán (46) dobla en edad al intérprete de ‘Velvet’ (23) y el reto propuesto dentro de la Eurocup por SEAT, marca de la que son embajadores, podría haber sido una lucha generacional sobre ruedas.

Ambos actores están de acuerdo en que se han “divertido muchísimo” y que han disfrutado “con la experiencia de aprender de la mano de Jordi Gené. Ha sido un privilegio contar con sus trucos y consejos”. Efectivamente, el piloto Jordi Gené se ha encargado de prepararles desde mediados de octubre y afirmaba que “durante todo el entrenamiento han estado muy igualados”. Sin embargo, la pugna se tenía que resolver a favor de uno o de otro, y al final Maxi Iglesias barrió a Santi Millán. La piloto y campeona del mundo de trial y enduro Laia Sanz (28), fue testigo de excepción del duelo entre Santi y Maxi.

"Todo lo que tenga ruedas me gusta"

Pero ambos actores hicieron gala de una gran deportividad y camaradería tanto antes como después del reto y, una vez pasado todo, se relajaron entre el sonido de los motores rugiendo y olor a gasolina típicos de un circuito de carreras. Santi Millán apuntaba después de la prueba: “Me lo he pasado muy bien, pero da rabia que cuando le estás cogiendo el punto, se acaba, como en las atracciones”. Por su parte, Maxi Iglesias indicaba entre risas que “Todo lo que tenga ruedas me gusta”. En la comparación entre la comodidad de su vestimenta en ‘Velvet’ y el mono de competición, el actor madrileño lo tiene claro: “El traje de vendedor en ‘Velvet’ va muy ajustado, pero me ayuda a darle ese toque al personaje. El mono es muy chulo y necesario, pero da un calor increíble”.

Cuando a Maxi se le pregunta sobre cómo concibe una cita sobre ruedas con su novia, si llevándola de paseo romántico o cazándose en una persecución apasionada, serpentea cordial y, usando la terminología típica del mundo del motor “se escapa a boxes”: “cuantos menos coches se tengan que usar para desplazarse, mejor. Es más bonito y surgen conversaciones y buenos momentos”.

"Los viajes con niños son más intensos"

El chef de ‘El Chiringuito de Pepe’, que empieza a rodar la segunda temporada este noviembre, revelaba que le encanta conducir y tiene un grato recuerdo de infancia “con mi padre conduciendo mientras sonaba Jorge Sepúlveda y yo con mi hermano detrás, porque nuestro hermano pequeño aún no había nacido, peleándonos siempre”.

Aún así choca que, con una pasión tan grande también por las ruedas, no fuera hasta los 30 años que tuvo coche propio. Pero la razón es simple y Santi lo explicaba así: “Me he criado prácticamente en la carretera, porque desde muy joven empecé a hacer bolos recorriendo toda España y no tenía tiempo de sacarme el carnet. Llegar a los sitios suponía montar y desmontar para las actuaciones, e ir en coche era un momento de relax y descanso“. Quizás por eso, asume con buen humor que quien manda en el coche, ahora y siempre, es su mujer Rosa Olucha: “primero se habla y después decidimos lo que ella quiere”.

Es envidiable la gran complicidad y el entendimiento que tiene Santi Millán con su pareja, y más desde que hace un tiempo se está tomando muy en serio la competición en deportes extremos: “Cuando te metes en esto, que tu familia te apoye es muy importante, porque las horas que dedicas a entrenar es tiempo que no les dedicas a ellos. Yo quiero que mi mujer esté feliz y si a ella le gustara hacer algo para estar mejor y pasara lo mismo, la apoyaré siempre”. ¿Y en los trayectos en coche con sus hijos cómo se maneja? Santi es un padrazo y no duda: “Ellos tienen el mando. Escuchas su música, pones sus películas. La verdad es que los viajes con niños son más intensos”.