Parece que pasaron ya los malos tiempos para la familia real. Sobre todo para la reina Letizia. Cada vez que aparece, las muestras de cariño son más grandes. Y todos hablan de su belleza y su presencia. Tanto es así, que muchos se le acercan incluso para hacerse fotos con ella. Este viernes se entregan los premios Príncipe de Asturias, momento que servirá para ver ese nuevo tirón de la reina entre el público.

 

La reina ha acudido esta semana a un acto en solitario, algo que repite muy a menudo. Y sale con gracia de los envites, por lo que próximamente realizará su primer viaje oficial sin la compañía del rey. Será la semana que viene en Viena.

 

Esta semana, por ejemplo, ha celebrado junto a Ana Mato, el XXV aniversario de la organización Nacional de Transplantes, en el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. España encabeza la lista de países en los que más transplantes se realizan y en las intervenciones más novedosas con gran éxito.

 

Letizia despertó tanta expectación que nada más entrar todos los asistentes tenían la cabeza girada para ver como llegaba la reina. Todos los presentes, móvil en mano, querían fotografiarla. Y muchos querían hacerse un 'selfie' con ella. Letizia tiene duende, y lo ha demostrado una vez más. Tener un recuerdo con ella es uno de los bienes más preciados de todos aquellos que se encuentran con ella.

 

Parecido sucedió también el lunes en la celebración de los 25 años del periódico 'El Mundo'. En una fiesta en el Hotel Palace de la capital, la reina logró girar todas las cabezas. Vestida con un traje cuajado de brillantes Swarovski en efecto degradé, un recogido trenzado y un sencillo maquillaje, eclipsó a los periodistas más pintados, su antigua profesión.

 

En los actos más formales, en actos públicos, en sus salidas a conciertos o en el cine, es habitual que todos la pidan, como en el primer 'selfie' que protagonizó junto al mago More e Ignacio González durante los premios Barco de Vapor... aunque han sido muchas más veces en las que ha aparecido antes de popularizarse como 'selfies'. La reina despierta cada vez más simpatías y así se destila de cada acto al que acude.