Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS

 

He aquí la situación. Media España repitiendo ropa a consecuencia de la crisis y la hija de Kim Kardashian con un armario valorado en miles de euros repleto de ropa que jamás se ha puesto.

 

En un capoítulo del reality que protagonizó la familia Kardashian, todos se muestran preocupados porque creen que Kim tiene un problema de adicción a las compras. Incluso contratan a un especialista para que la ayude a superarlo. Pues parece que no loi consiguió del todo y a este paso, puede que se lo traslade a su hija.

 

Si a estas alturas del artículo ya os está hirviendo la sangre, permitidme que siga caldeándoosla. La pequeña no sólo tiene un armario que es la envidia de medio universo ‘fashionista’, no, además cuenta con una estilista personal dedicada en cuerpo y alma a que la pequeña parezca una minitaura sacada de la pasarela.

 

La niña, a quien todavía no hemos visto sonreír (en eso le ha salido al padre), ya viste con piezas de Óscar de la Renta, Balmain o Charlotte Olympia, porque sí, la pequeña además de ropa, tiene una colección de accesorios de desplome de boca. Atentos a este dato: tan sólo en piezas con brillantes, tachuelas y demás ‘bling bling’, el Daily Mail calcula que tiene invertidos cincuenta mil dólares. No está mal para un bebé de dieciséis meses.

 

La última excentricidad que hemos conocido es que tiene la friolera de 200 prendas con la etiqueta puesta colgando de su pequeño gran vestidor. 200 piezas que jamás se ha puesto y que, muy probablemente, jamás se pondrá, puesto que lo que le valía el mes pasado, este ya no lo hará.

 

Algunas de estas prendas son de firma, pero otras son réplicas de los looks de su madre que le ha realizado su estilista, que además es una experta costurera. Así que si a Kim le gusta una prenda para que la luzcan las dos y esta no tiene su versión infantil, se la encarga a estilista de Nori, quien, solícita, le calca el modelito para que ambas puedan ir a conjunto.

 

Desde que nació, North ha recibido toda clase de presentes procedentes de firmas y diseñadores. La pequeña ya era toda una amante de la moda aún sin haber puesto un pie en el mundo. Ahora, según cuentan quien conoce a la niña, Nori disfruta con la ropa y adora jugar con ella. Puede que tengamos a una Suri Cruise en potencia, quien con pocos años era capaz de aconsejar a su madre sobre sus estilismos además de andar en tacones.

 

Sus padres, especialmente concienciados con la educación estilística de su retoño, no han dudado en llevársela a la semana de la moda de París, donde el bebé ha presenciado algunos de los desfiles más importantes desde la primera fila, reservada sólo para vips. La niña no cambió la expresión en ningún momento. Ni diversión, ni disgusto mostró. ¿Estaremos ante una Anna Wintour en potencia?