Ser fan es muy duro. Hay que viajar mucho, hay que ir a muchos conciertos, hay que aprenderse bailes, letras y coreografías y, sobre todo, hay que defender a tus ídolos a capa y espada. Y eso lo saben bien las admiradoras de las 'boy bands' One Direction y Auryn, que no se pierden ninguno de los movimientos de estos diez chicos que han revolucionado el panorama musical. Pero no se confundan, que sus historias son bien distintas. Mientras los británicos salían triunfantes del talent show 'The X Factor' -quedaron terceros en el concurso, pero viendo su talento y conexión con el público, el creador del programa, Simon Cowell, les consiguió su primer contrato discográfico-, los españoles Auryn se daban a conocer a través de internet y confiaban en la repercusión que pudieran hacer sus fans -su primer disco decidieron publicarlo de forma independiente y fue entonces cuando despertaron el interés de las discográficas-. Aun así, al final, ambos grupos han conseguido lo que tanto esperaban: el éxito. Pero, ¿y las fans? ¿Pueden ser admiradoras de los dos o aquí hay que elegir?

 

En la época de los New Kids on the Block, de los Take That o de los Backstreet Boys sólo había una 'boy band' en el mercado. Lo demás eran artistas en solitario, que también coleccionaban centenares de fans y despertaban lágrimas y nervios por donde pasaban, pero jugaban en una liga distinta a la de los grupos de chicos. Nadie tenía que elegir. Podías saberte al dedillo las canciones de los Backstreet Boys y las de Britney Spears sin problemas. Pero ahora las cosas han cambiado. Las fans españolas tienen que dividir su corazón entre ser 'directioner' o 'auryner' y no siempre es fácil -y piensen, además, si encima les gusta también Justin Bieber o Ariana Grande-. Pero, que no se preocupen, que hemos venido a echarles una mano. En el fondo, los One Direction y los Auryn no son tan distintos. Ambos grupos están formados por chicos de unos veinte años, guapos, talentosos y deportistas, que viven apasionados por la música y que sólo quieren recorrer el mundo de concierto en concierto -¿y quién no?-. Pero es que, además, incluso podemos ver un paralelismo entre sus propios miembros. ¿No se lo creen? Aquí va la prueba:

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Harry – Blas 

Tanto para Blas Cantó como para Harry Styles, su pelo es muy importante. Imaginamos que ambos pasan muchas horas delante del espejo -por mucho que lo nieguen-, tratando de encontrar el estilo perfecto, ya sea apostando por el tupé hacia arriba -con mechas si se tercia- del español o la portentosa ingeniería capilar de la que hace gala Harry Styles -hace unos días regalaba a sus fans una imagen donde se le podía ver con una combinación de trencitas y moño espectacular-. Pero, además, ambos son extrovertidos, espontáneos y no se callan ni una. Eso sí, al británico le gustan mucho más las polémicas y los desnudos que a nuestro Blas. Llegan a dejarse barbita los dos, y tal para cual.

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Liam – Dani 

Los rubitos Liam Payne y Dani Fernández son los chicos buenos del grupo. ¿Quién podría enfadarse con esas caritas de ángel? De hecho, las fans de Liam le suelen llamar 'Candy', por lo dulce que es, mientras que las fans de Dani se hacen llamar 'blue heart', por el gran corazón del cantante -y porque le gusta el color azul-. Ahora, el británico se ha espabilado mucho últimamente -tal vez por la influencia de Harry- y sorprendió a sus admiradoras subiendo una fotografía desnudo a su perfil de instagram. ¿Cuándo se animará Dani a hacer lo mismo? Mira que aquí, a la mínima, te comen el terreno. Eso sí, el español es muy directo y muy claro -aunque a veces ha tenido problemas por eso-, y se declara muy familiar. No le vemos desnudándose mucho.

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Louis – David

Aquí llegan los chicos más pintorescos del grupo. Tanto Louis Tomlinson como David Lafuente pueden presumir de ser los 'raros', los más especiales, los que menos se acercan a los convencionalismos. El propio David ha confesado que tiene una forma de ver la vida muy filosófica. “Soy feliz con un helado en un banco con mis amigos. Más feliz con la gente que con lo material”, ha declarado el cantante. Ya podía tomar ejemplo Louis y centrarse un poco más en lo espiritual. El joven se vio envuelto en una gran polémica -con decepción de las fans incluida- al filtrarse un vídeo donde se le podía ver fumando marihuana. Luego se arrepintió, pero ahí han quedado las imágenes. Eso, a David, no le pasaría.

Niall
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Niall – Carlos 

Niall Horan y Carlos Marco son como dos gotas de agua. Ambos son tímidos, vergonzosos, no han dudado en arremangarse para triunfar en la música y se peinan prácticamente igual. De hecho, en el cambio de look de Carlos -ha pasado del flequillo al tupé- vemos mucha influencia de Niall. Eso sí, hay algo en lo que no se parecen en nada. Mientras Carlos es un apasionado de la lectura y le gustaría tener tiempo para estudiar varias carreras, Niall prefiere dedicarse a la música en cuerpo y alma -comenta que sólo ha leído un libro en toda su vida-. Está claro que todo no se puede tener, así que, queridas fans, os toca elegir.

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Zayn – Álvaro

Con permiso de los otros componentes y sus admiradoras, Zayn Malik y Álvaro Gango son los sex symbols del grupo. Ambos son morenos, atractivos, seductores, saben mirar a la cámara y han apostado por el mismo estilismo -pelo corto por los lados y despuntado por arriba, acompañado de una barba de dos o tres días-. “Soy reflexivo, intento empatizar y creo que todo el mundo tiene algún motivo para actuar como actúa”, se define Álvaro. “Sé fiel a lo que eres”, reza uno de los tatuajes de Zayn. ¿Ven como se parecen? El único problema es que el británico es mucho más rebelde que el bueno de Álvaro. Los rumores sobre su marcha de One Direction no han parado de sonar, y también se ha visto envuelto en alguna que otra polémica. El clásico malote del grupo.

 

Tras esta comparación desde el cariño y la emoción contenida, ¿con quién se quedan? ¿Son más de One Direction o prefieren apostar por los Auryn? ¿Les gustaría visitar los camerinos de los chicos británicos o se decantan por una tarde de tapas con el grupo español? ¿Se saben mejor Midnight Memories o Circus Avenue? Y, sobre todo, ¿podemos quedarnos con los diez? Es que son tan monos…