Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS

 

Hoy es un gran día para Concha Velasco. Después de haber atravesado un grave bache en su salud, la actriz vuelve a pisar las tablas de un escenario, recuperada y llena de ilusión.

 

No hacía más que repetirlo durante su convalecencia tras el cáncer que ha padecido, que volveríamos a verla en septiembre al lado de su director de escena preferido, José Carlos Plaza, y se ha mantenido fiel a su promesa. Dijo que este sería el mes de su regreso y así ha sido. A ella le apetecía más que nada en el mundo volver a sentir la adrenalina del directo, compartir ensayos con Plaza y, sobre todo, representar un papel tan especial como el que hace en ‘Olivia y Eugenio’, la obra que representa junto a Hugo Aritmendiz, desde hoy en el Teatro Principal de Zaragoza.

 

Esta obra es una verdadera cura para su alma de artista, ya que supone una auténtica desconexión de lo que ha padecido estos meses atrás. Mientras que prepara su papel, en el mundo sólo existe su personaje, Olivia, una madre con un hijo con síndrome de down, y así logra hacer lo que más le gusta,“vivir otras vidas”, como ha dicho.

 

Tras su operación de linfoma, Concha quiso, en la medida de lo posible, ir recuperando su vida. Desde el principio tenía claro que le iba a plantar cara a la enfermedad, aunque cuando recibió la noticia resultó un mazazo para ella y su familia, quien la acompañado en todo momento, cuidándola, aunque ella sólo quería una cosa: volver a actuar.

 

Tuvo que suspender las actuaciones que le quedaban de ‘Hécuba’ debido a los problemas de salud, y eso fue lo que más le dolió de todo, dejar su gira a medias. También tuvo que rechazar un proyecto televisivo. Concha debía incorporarse a la segunda temporada de ‘Vive Cantando’, donde interpretaría el papel de la madre de José Luis García (Jota, en la serie) y que al final ha terminado interpretando Kiti Mánver.

 

El dolor parece haber pasado. Ahora, y gracias a su Olivia, ha conseguido volver a conectarse con el teatro y según ella ha dicho, ver las cosas de diferente manera, pues el personaje, asegura, le ha cambiado su manera de ser.