Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS

 

Fernando Verdasco parece que ha llegado a ese punto de su vida en el que lo que verdaderamente le apetece es sentar la cabeza y comenzar una familia.

 

El tenista acudió ayer a la inauguración de la Oktoberfest, la feria internacional de la cerveza, que se celebrará en Madrid hasta el 21 de septiembre, y que lo ha escogido a él como padrino para esta edición. Él fue el encargado de abrir el primero de los 1.600 barriles de cerveza que se emplearan en esta festividad que tanta curiosidad ha levantado en la capital.

 

A sus 30 años, el tenista se encuentra atravesando un momento de lo más dulce, además de sonreírle el trabajo, ha encontrado el amor al lado de Ana Boyer, hija de Isabel Preysler y Miguel Boyer, con quien lleva saliendo desde hace un año. Los dos han pasado las vacaciones juntos en una romántica escapada al Caribe, un plan perfecto para esta pareja a los que se les ve de lo más  comprometidos con la relación; tanto es así, que Fernando ya conoce a buena parte de la familia de Ana, hasta a su hermano más internacional, Enrique, quien se deja caer poco por España, pero al que conoció en un concierto que el cantante ofreció en nuestro país.

 

Fernando, que ha sido pareja de modelos, como Jarah Marino, y compañeras de profesión, como Gisela Dulko, parece haber encontrado la estabilidad que tanto necesitaba en esta abogada, de tal manera, que hasta ha llegado a plantearse la paternidad, ya que le encantaría tener su primer hijo de aquí a cinco o seis años, y como bien él dice, “a día de hoy, Ana es la única candidata”.

 

El primer sorprendido por cómo está marchando la relación con Ana es el propio Verdasco, quien no se podía imaginar lo feliz que iba a ser al lado de la hermana de Tamara. “Ha sido mejor de lo esperado” decía ayer, aún sin poderse creer lo bien que está y las cosas que se le pasan por la cabeza, ¡hasta ser padre! Eso sí, se lo toma con calma y da un margen de algunos añitos. Pero lo que no puede evitar es haber sentido el “gusanillo” de la paternidad… ¿Puede que esos cinco o seis años se conviertan en menos y veamos pronto a una guapísima Ana embarazada?