Por AMADEU GARCÍA

 

Para muchos, Edson Arantes do Nascimento sigue siendo el mejor jugador del mundo. Se le conoce mejor por un nombre mucho más breve: Pelé. Durante su carrera deportiva, llegó a sumar tres campeonatos del mundo con la selección brasileña, todo un hito. Pasó la mayor parte de su carrera deportiva en el Santos, club al que se mantuvo fiel durante 18 años. Jamás jugó en Europa. Sólo dejó el club de su vida para vivir una aventura de tres años en Estados Unidos, en las filas del Cosmos. Los éxitos deportivos y la extrema fidelidad que brindó a su equipo de siempre contrastan con una vida privada mucho más llena de altibajos. Ahora, a sus 73 años (cumplirá 74 el próximo 23 de octubre), se dispone a contraer matrimonio por tercera vez. En esta ocasión, lo hará con Marcia Cibele Aoki, una empresaria con la que ha venido manteniendo una relación sentimental desde 2010 y que tiene 25 años menos que el que fuera el más grande astro brasileño de todos los tiempos.

 

Pelé pasó por primera vez por el altar en 1966. Se casó con Rosemeri Cholbi, con quien tuvo tres hijos: dos niñas, Kelly Cristina y Jennifer, y un niño, Edinho, quien siguió sus pasos, pero a su manera. Competir con la alargada sombra de quien fue un delantero portentoso puede ser una tarea casi imposible para un hijo, así que Edinho se decidió por tratar de parar goles en lugar de marcarlos. Pero ni así. Comparada con la de su ilustre padre, su carrera fue prácticamente anodina. Más que por sus facultades bajo los palos, Edinho saltó a las páginas de los diarios tras protagonizar varios escándalos. En el primero de ellos, fue condenado a pagar una pensión vitalicia a la esposa de la víctima mortal que se produjo cuando participaba en una carrera ilegal en 1992 e incluso tuvo que pasar un tiempo en prisión. En 2005, no obstante, fue absuelto de ese delito. Mucho más complicada es la condena a la que se enfrenta ahora. En mayo de este mismo año, fue condenado a 33 años de cárcel por tráfico de drogas y blanqueo de dinero.

 

El matrimonio entre Pelé y Rosemari Cholbi llegó a su final en 1978. Y con él, se inició un periodo en el que el antiguo astro del balón vivió varios sonados romances. Muy posiblemente, el que llamó más la atención de los focos fue el que mantuvo con la presentadora y cantante Xuxa, famosa por sus programas de televisión destinados al púlbico infantil brasileño. No fue el único gran deportista brasileño con el que se relacionó. El malogrado Aurton Senna, piloto de Fórmula 1 fallecido en accidente en 1994 en el Gran Premio de San Marino, fue también una de las parejas de la rubia artista. A Pelé, mientras, también se le relacionó con dos reinas de la belleza: Deise Nunes de Sousa y Flavia Cavalcanti. En 1994, finalmente, volvía a contraer matrimonio. En esa ocasión, con  la psicóloga y cantante de gospel Assiria Seixos Lemos, en 1994, con quien tuvo mellizos: Josua y Celeste.

 

Además de los cinco hijos con sus dos primeras esposas, tuvo que reconocer dos hijas más. Una de ellas, Sandra Regina Machado, nacida en 1964 de una relación con una doncella, Anizia Machado, y a quien tuvo que reconocer por mandato judicial a pesar de sus reticencias, falleció de cáncer en 2006. Pelé no estuvo ni en el velatorio ni en la ceremonia de despedida de la fallecida, un gesto que le fue afeado por los medios de comunicación, si bien circuló profusamente la explicación de que los ambientes fúnebres le deprimían notablemente y que por ese motivo tampoco asistió a los últimos homenajes póstumos dedicados a sus padres. Su otra hija, a la que sí quiso reconocer, se llama Flavia Kurtz, nació en 1968 y es fruto de una relación extramatrimonial con la periodista Lenita Kurtz.

 

Ahora, Pelé se plantea contraer matrimonio por tercera y última vez, según parece proclamar él mismo, con la empresaria japo-brasileña Marcia Cibele Aoki. Asegura que ella es “la última pasión” de su vida. Algo que, no obstante, podría venir desde muy lejos, desde hace ya más de 30 años. Se conocieron a mediados de los años 80 del siglo pasado, en Nueva York, ciudad en la que el ex futbolista residió durante algún tiempo. A mediados de 2008, volvieron a encontrarse, a pesar de que la ya futura esposa del astro brasileño estaba todavía casada. Año y medio después, las cosas se pusieron aún más serias. “Mi primer amor fue una japonesa y el último también lo será”, ha asegurado el propio Pelé, recordando una novia que tuvo de adolescente. Una afirmación que, viendo lo convulsa que ha sido su vida sentimental, tal vez es demasiado aventurada.