Por CONCHI ACL

Y por fin llegó el momento tan ansiado por Alba Carrillo: la propuesta de matrimonio por parte de Feliciano López.

La modelo ya no sabía cómo decirlo, porque más claro era imposible, pero parecía que Feliciano se hacía el loco. Ahora, tras haber captado la indirecta (de lo más directa), ha hincado la rodilla y ha dicho eso del “¿quieres casarte conmigo?” y lo ha hecho además de la manera más original, porque escogió para camuflar la alhaja una torrija, sí, el popular postre que nos comemos entre procesiones de Semana Santa.

Oculto en este pan empapado de leche, el tenista había escondido la sortija con la que pensaba declararse, y claro, Alba lo descubrió al primer bocado. Nos podemos hacer una idea de cómo reaccionó la madre de Lucas, ella que tan expresiva es y tan loca está por su chico: un puro estallido de felicidad.

A punto de irse a vivir con Feliciano al chalet que con tanto mimo han preparado y decorado para la ocasión, la pareja y Lucas, el pequeño fruto de la relación de la modelo con Fonsi Nieto, están más que encantados y las muestras de amor se suceden en las redes sociales: que si una tartita con mensaje por aquí, una dedicatoria por allá, sonrisas de oreja a oreja por doquier… ¡un no parar de felicidad! Así da gusto.

Cerrar un estadio de beisbol

La propuesta de matrimonio de Feliciano a Alba nos recuerda a otras pedidas de lo más originales, como la de Kanye West a Kim Kardashian. El rapero, exagerado como él solo, cerró un estadio de beisbol y ahí ante la atenta mirada de toda la familia  Kardashian, le pidió a la hermana más celebre que se casara con él acompañado de una orquesta que le puso música a la gran pregunta. Kim, como no podía ser de otra manera, le dio un gran sí como respuesta.

Mucho menos ostentosa y también más tierna, fue la de David Burtka a Neil Patrick Harris. De camino a un casino, David le pidió al chofer que los llevaba que diera un pequeño rodeo. Llegaron a la esquina en la que se conocieron y ahí, él bajó del coche, puso su rodilla en el asfalto y le propuso matrimonio al Barney de ‘Cómo conocí a vuestra madre’.

Mejor dos que una

A Mariah Carey no le bastó una propuesta, sino que su chico Nick Cannon se lo tuvo que proponer dos veces. La primera fue en el ático neoyorquino de la cantante, tras haberle escondido en una piruleta de caramelo el anillo. Y la segunda, también en la ciudad de los rascacielos, pero mientras estos recorrían la ciudad en helicóptero.

Otro que pensó que hacerlo a miles de kilómetros del suelo era una buena idea fue Seal, quien se llevó a Heidi Klum hasta el monte Whistler en la Columbia Británica, donde, en un iglú construido especialmente para la ocasión, le hizo la pregunta. 

Mucho más tradicional fue cómo lo hizo Jordan Bratman, el músico que conquistó a Christina Aguilera. Durante unas vacaciones en California, Jordan llenó de pétalos de rosa y de cajas de regalo la suite en la que se alojaban. Cada cajita escondía un regalo y un poema escrito por él, y en la última se encontraba el mejor de todos: el anillo de pedida.

¿Cuál de todas os ha gustado más? ¿preferís las pedidas más originales o las tradicionales?