Por SAÚL ORTIZ 

Dicen que tiene un don. Vicky Pulgarín cocina con la misma espontaneidad con la que se enfrenta a las entrevistas tras ser coronada como la ganadora de ‘Masterchef’. Su cocina de intuición con la que ha llegado a sorprender incluso a los hermanos Roca, le ha servido para conseguir los 100.000 euros de premio, la publicación de su propio libro de recetas y un curso en la prestigiosa academia culinaria Le Cordon Bleu.

Vicky llega puntual a su cita. Es ella, sus grandes ojos verdes la delatan. Su novio Bernardo la observa atenta mientras se ajusta la chaquetilla que lleva su nombre impreso: “¿me la puedo quedar?”, repite incansable ante el flasheo de la cámara del fotógrafo de LECTURAS. A Vicky no le tiembla el pulso al confesar que no entiende de política ni de geografía. Tampoco de economía ni de informática: “¿Para qué necesito saber las banderas de los países si soy cocinera? Como mucho para secarme las manos con ellas”, bromea. Sus formas gentiles logran que su confesa incultura se convierta en un rasgo encandilador.

¿Te esperabas esta victoria?

Para nada. De hecho, hasta el último momento pensé que ganaría Mateo. Fue toda una sorpresa cuando escuché mi nombre y, obviamente, me alegré muchísimo.

¿Cómo definirías esta aventura?

Ha sido brutal. He aprendido y disfrutado al mismo tiempo. Mi paso por el concurso ha sido totalmente satisfactorio, muy interesante. Animaría a todo el mundo a que participara. Ahora viene lo peor…

¿A qué te refieres?

Me da mucho miedo la caída tras el éxito. No me siento capacitada para aprovechar el tirón mediático y conseguir que mi victoria me reporte mayores beneficios.

 ¿Por qué?

 El poder de las redes sociales es inmenso y yo, ni tengo ni quiero tener ningún perfil público en internet. No sé como funcionan los ordenadores y tampoco me interesa. Para cocinar no los necesito.

 Tu espontaneidad me recuerda a Belén Esteban, ¿te gustaría convertirte en un fenómeno social como ella?

 ¡Me encanta Belén! No me importaría que dijeran que soy La Belén Esteban de los fogones. Tenemos mucho en común, sobre todo porque ambas decimos las cosas como las sentimos: sin filtro.

 ¿Crees que esa forma de ser te ha hecho ganar?

 Es algo que ha servido, por supuesto, aunque el jurado ha tenido en cuenta, sobre todo, mi forma de cocinar. La gente me para por la calle para decirme que soy la mejor y para pedirme que les de trucos para que sus platos salgan más gustosos...

 ¿Llevas bien el convivir con la popularidad?

 De momento es una experiencia agradable. Además, como soy consciente de que es algo temporal intento no ponerme nerviosa cuando voy al supermercado y, en ocasiones, ni siquiera puedo hacer la compra. Sin embargo, reconozco que si esto fuera para siempre preferiría ser anónima. Al final me cansaría de ser famosa.

 Antes de entrar en el concurso, estabas en el paro. ¿Fue tu tabla de salvación?

 Masterchef me salvó sin ningún tipo de dudas. Durante el tiempo que estuve en el paró agoté todos los ahorros que había conseguido con mis anteriores trabajos. Me quedé sin un duro, por eso estoy tan agradecida. Ha sido un cambio de vida radical.

 ¿Cómo vas a emplear los 100.000 euros del premio?

 Pretendo seguir formándome, crecer a nivel culinario y, si sobra algo, montar un pequeño restaurante.

 ¿Y no te gustaría darte un capricho junto a  tu novio?

 Me da miedo malgastar el dinero ahora que lo vuelvo a tener. Primero prefiero tener tranquilidad y, cuando esté todo en su sitio, entonces disfrutar.

 ¿Cómo se ha tomado él tu roneo con Jordi Cruz?

No sabía que iba a tener tanta trascendencia. No pasa nada porque los ojos están para ver y él, cuando tiene una tía buena delante, también me lo dice. Eso sí, una cosa sin las palabras y otra los hechos.

 Entiendo, entonces, que estar a dieta no impide ver el menú pero si  comérselo

 (Risas) Eso es. Por encima de todo soy una mujer fiel y leal...

 ¿Piensas en boda?

 Yo soy muy libre. La verdad es que durante mucho tiempo le dije a Bernardo que me quería casar porque a él no le apetecía ya que tuvo un matrimonio anterior. Ahora, cuando él me ha dicho que quiere casarse, a mí ya no me apetece.

 Pero, ¿te gustaría crear con él una familia?

 En absoluto. No quiero tener niños, supone una responsabilidad que no estoy dispuesta a asumir. A Bernardo se lo dije desde el primer momento: "si buscas niños, piénsatelo bien antes de estar conmigo".

 Entonces, ¿con qué sueña un mujer tan guerrera como tú?

 En llegar a ser una gran cocinera, es lo  que más feliz podría hacerme