Una vez que Blanca Suárez y Miguel Ángel Silvestre no esconden su amor y que Alex González y Adriana Ugarte tampoco tienen problema en admitir lo evidente –que entre ellos hay algo más que amistad– la atención solo podía posarse sobre los dos hermanos, Carlos y Javier Bardem.

El primero guionista y autor de la novela 'Alacrán enamorado', el segundo, secundario de lujo en la película homónima; un film 'noir' con el boxeo, el racismo y la extrema derecha como telón de fondo, una cinta que estrenaban anoche alfombra roja mediante. Sin embargo, como suele ser habitual en los Bardem, especialmente, en Javier, las declaraciones a la prensa fueron pocas, o ninguna.

 “Mi madre está como un reloj. Está bien, pero todavía no era el momento para una cosa así”. Fue lo único que se le pudo arrancar a Carlos sobre el estado de salud de Pilar Bardem, la matriarca del clan que hace tan solo unos días que fue dada de alta tras una crisis por una infección pulmonar. Efectivamente, sobre la situación laboral de 'La Bardemcilla', no hubo ni palabra.

Sólo se podía preguntar sobre la película. El proceso de adaptación del texto al guión, la fidelidad de la ficción a la realidad que estamos viviendo, la crisis de valores, la radicalización social, la emergencia de grupos filonazis, de la extrema derecha… Javier no dio ni opción a eso. No hablaba con prensa salvo con Informativos de la Televisión pública.”Es que es el momento de la película. El momento de Carlos. Javier viene a acompañar. A favorecer con su notoriedad el estreno, pero no a eclipsar a su hermano”, disculpaba Cecilia Gessa, 'comunity manager' del filme y escultural novia de Carlos Bardem con un Michael Korrs blanco y dorado. “La familia está estupendamente. Pilar, Penélope, Mónica… todos estamos bien”, zanjó.

De charla con Blanca Suárez

Blanca, ya no te preguntamos por Miguel Ángel porque sabemos que estás enamoradísima y feliz, pero en la última fiesta en la que te hemos visto, pedías trabajo, ¿tan mal estás?

- Era broma. Y todo lo han sacado de contexto. No estoy mal. Al revés. Estoy feliz, pero sí, en cuanto al trabajo, ahora no estoy rodando nada. Es una situación que vivimos todos los actores. Terminas una película y te quedas en paro. Pero yo soy muy afortunada. Tengo muchos proyectos encima de la mesa. Tengo que seleccionar, ver…

- ¿Tienes ya algo en mente?

- Estoy esperando que llegue “ese papel”. Como el de Los Amantes pasajeros…

- Vimos en Italia que con quien te besabas en plena calle, era con Carlos Areces y no con tu chico…

- Es que hay que desdramatizar, ¿no te parece? Estamos juntos, nos besamos. Ya lo habéis visto. No hay necesidad de que nos pongan la cámara en las narices.

Y mientras hablábamos, Blanca, con un vestido de Stella McCartney de transparencias negras, mandaba un beso por el aire a Miguel Ángel que lo recogía guiñándole el ojo y posaba ante las cámaras con Álex González. “Es guapo, trabajador… Qué quieres que te diga. Alex es ahora… todo”. Adriana Ugarte, con un short vaquero y un top de pedrería que casi dejaba su pecho al descubierto, tampoco perdía ojo a su Álex que, más discreto, le costaba hablar de Adriana. “Es una compañera excepcional”. “Y cómo novia?”. “…. Ya te lo he dicho, es excepcional”.