Descubrir que es placentero irte a la cama temprano. Levantarte a las siete de la mañana y escuchar el silencio. Disfrutar con esos momentos en los que sabes que nadie te va a importunar con una llamada o un whatsapp. Llegar a la conclusión de que descansar no es perder el tiempo. La edad también trae consigo descubrir placeres nuevos. Me lo llegan a decir hace unos años y no me lo creo.