Cuando mis directores comenzaron a hablarme de la Sálvame Fashion Week entorné los ojos y les escuché con cierta displicencia. Aproveché para ponerme a pensar en otras cosas. Recé para que la bendita idea que me estaban explicando con muchísimo entusiasmo desapareciera lo antes posible de sus cabezas. Pero no. Conforme iban pasando los días se les iban ocurriendo más y más cosas, aparentemente inalcanzables unas, inverosímiles otras, descabelladas casi todas.

 

El día grande de la Sálvame Fashion Week se tendría que haber celebrado bastantes jueves atrás pero como coincidió con el fallecimiento de la duquesa de Alba decidimos suspenderla hasta la semana pasada. Invitados de relumbrón en el front row –Teresa Campos, Rocío Carrasco, Luján Argüelles, María Luisa Merlo, Petro Valverde, Ion Fiz–, pasarela de lujo por la que desfilaban los colaboradores del programa y muchísimo entusiasmo por parte del equipo del programa lograron que durante la emisión del mismo fuéramos TT nacional y mundial.

 

Cuando hacemos programas que se salen de lo normal siempre nos queda la inquietud de saber si al público le habrá interesado o no. El viernes al recibir la audiencia por la mañana suspiramos aliviados: Sálvame Fashion Week había batido récord histórico de audiencia. Jamás, desde que comenzamos a emitir el programa hace ya cinco años y medio, dos millones seiscientos  mil espectadores de media se habían enganchado durante las más de cuatro horas de emisión. Vaya mi felicitación a los precursores de la idea pero, sobre todo, a los colaboradores del programa. No existen personalidades tan televisivas como las que configuran el universo ‘Sálvame’. Me faltan palabras para escribir cuánto los admiro. Ellos sí que son los elementos imprescindibles del programa.