A solo un día de volver a los escenarios, Guillermo, Willy, Bárcenas, ha descubierto que sus padres pasarán los próximos años de sus vidas en prisión por su implicación en la trama Gürtel. Con todos los ojos puestos en el líder de Taburete, él no ha tardado en reaccionar.

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Willy Bárcenas

Cuando la vida se ensaña contigo y te apalea con fuerza no debes darte por vencido”, ha dicho a las pocas horas de hacerse pública la sentencia, “debes ser más fuerte que la vida misma y seguir adelante, si te tira una vez, levántate dos veces mas, gánale tiempo al tiempo, así te harás más fuerte y no habrá nada que te pueda derrotar”. Acaba este mensaje lleno de positividad recordando a sus fans que mañana se subirá al escenario. Que no les decepcionará. Su reaparición está prevista en Asturias, enmarcada dentro del festival de música Baldumac.

El juez ha impuesto sendas penas de prisión al padre, Luis Bárcenas, como a la madre, Rosalía Iglesias, de Willy. El primero tiene una condena de 33 años y cuatro meses, mientras que su mujer hará frente a 15 años y un mes. Además, tendrán que abonar una multa de 44 millones de euros.

Al menos, Guillermo tendrá un sólido apoyo en su pareja, Loreto Sesma con quien lleva saliendo desde el año pasado. El hijo del extesorero del PP comparte vida con esta estudiante de Periodismo a quien saca algo más de una década. La joven, de 21 años, además es muy activa en redes sociales, las cuales emplea para dar a conocer sus escritos. Le gusta la poesía y la plasma tanto en YouTube como en Instragram donde, en algunos de sus textos, se deja intuir que están dedicados a la persona que consigue que se le acelere el corazón con sus canciones.

Supongo que hay una explicación científica sobre las arritmias del corazón cuando escuchas una canción o reaccionas ante una sonrisa. Supongo que la risa es algo más que una purga de la pena que crea el ser humano para salir de su rutina de silencios y deberes, que no hay nada que rompa más protocolos que una carcajada, nada más aniquilador de un llanto. Supongo, también, que escribir es trazar en el aire puntos ciegos. ¿Cómo puede ser que al conectar pupila y letra llegues; sin saber cómo, sin pretenderlo, hasta el otro? Y es entonces, lo juro, cuando el latido acelera. Supongo que habrá una explicación con más sentido y raciocinio, pero yo lo único que sé es que hoy aquí hace frío. Y que te quiero.

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