¿Cómo alguien puede pasar de cantar estribillos machacones a convertirse en una poderosa voz para las Naciones Unidas? Nos lo puede explicar Victoria Beckham, exSpice Pija y ahora embajadora a favor de la lucha contra el sida para la ONU.

La diseñadora ha participado en un foro en el que se discutió los avances en el estudio de la enfermedad, se recalcó la importancia de acabar con la discriminación que a diario padecen las personas con el virus, y se soñó con una meta: que las muertes por el VIH se reduzcan a cero.

Victoria compartió esta jornada con diversas personalidades como la reina Rania de Jordania con la que charló algunos minutos. Pero la madre de Harper Seven, especialmente disfrutó de las palabras de un niño, Elijah, nacido en Kenia, donde el sida tiene una de las tasas más altas de contagio. El pequeño, fue el encargado de dar su opinión sobre cómo la enfermedad afecta a niños como él, cual es su esperanza de vida y recalcar la discriminación contra la que tienen que luchar a diario. Una discriminación que al niño le viene dada, puesto que los pequeños nacen infectados por la enfermedad.

La empresaria se tomó tan en serio su participación en esta asamblea, que aunque debía estar en Londres por la inauguración de su nueva tienda, prefirió estar en Nueva York, ya que estimó que ese era su auténtico deber.

Así, no es de extrañar que David estuviera con el corazón a punto de explotar de orgullo al ver a su esposa comprometida con esta causa y habiendo sido elegida embajadora para hacerla aún más visible. “Orgulloso de mi mujer que hoy ha hablado en las oficinas centrales de las Naciones Unidas… Un discurso poderoso con otras mujeres increíbles y poderosas, que también han pisado el escenario  sobre nuestra lucha contra el sida”.

¿Su aspiración? Que la epidemia llegue a su fin para el año 2030 con concienciación y medios para todos.