No corren buenos tiempos en Ambiciones. Hace tan solo unos días, el programa presentado por María Patiño, ‘Socialité’, confirmaba que Víctor Janeiro sería el nuevo topo de la familia y de todo lo que acontece dentro de la finca situada en Cádiz. El hermano pequeño del torero sería quien se ha encargado de filtrar a la prensa los últimos movimientos y novedades de Jesulín y del ingreso en el centro psiquiátrico para tratarse la fibromialgia que sufre desde hace varios años su cuñada, María José Campanario.
Pero parece que Víctor no ha sido la fuente que le ha asegurado a Kiko Hernández, la obsesión que podría sufrir la odontóloga con Belén Esteban.
Esta no es la primera vez que se culpa a alguien de la familia Janeiro de ser el topo del clan. Hace tan solo unos años, la matriarca, Carmen Bazán fue acusada de desvelar públicamente lo que les sucedían a todos sus hijos. Las diferencias entre la abuela de Andrea Janeiro y su nuera la llevaron a estar en el punto de mira y hubo quien la señaló como la encargada de filtrar las informaciones de su familia a prensa, como la propia Campanario pensó. Una etiqueta que la implicada se apresuró en quitarse, desmintiendo ser el topo de Ambiciones.
Pero si ahora parece que es Víctor, años atrás se dijo que su mujer, Beatriz Trapote fue quien sacaba los trapos sucios de su familia política a la luz. A la cuñadísima de Jesulín le costó cuajar con el clan Janeiro, porque el rumor de poder ser el topo le impidió que la familia de su marido se lo pusiera fácil. Beatriz hizo hasta lo imposible por demostrarles que no era así.