Perdido el único lazo de conexión existente entre los Houston y los Brown con el fallecimiento de Bobbi Kristina, las rencillas entre las dos familias no tienen visos de terminar en breve. Una nueva polémica se suma al historial ya existente al saberse que se ha vendido una foto del cadáver de la joven realizada durante su velatorio el pasado fin de semana por 91mil euros.

Se desconoce quién la pudo perpetrar pero se sospecha de alguno de los asistentes del funeral. Tampoco se sabe qué medio la ha podido comprar pero se teme que vea la luz pública en breve. Lo que sí ha trascendido, según informa TMZ, es que se ha abierto una nueva brecha entre las dos familias que se señalan unas a otras.

Los Brown ya han hecho conocer sus temores hacia los Houton, ya que pasó exactamente lo mismo durante el funeral de Whitney Houston (que falleció en circunstancias muy parecidas a como se encontró a Bobbi Kristina el pasado 31 de enero). Alguien tiró una foto del cadáver de la cantante y ésta fue publicada en The National Enquirer.

Esta noticia enturbia un poco más las ya de por sí trágicas circunstancias que han rodeado al caso de la hija de Bobby Brown y Whitney Houston y se suma a las que ya rodean al polémico funeral, del que fue expulsada una de las tías de la finada, Leohla Brown, por increpar a otra de sus tías, Pat Houston, apoderada de la herencia de la cantante y una de las figuras más presentes en la vida de Bobbi, a la que acusó de ser un "fraude" y una "falsa".

Lejos de acabarse con su entierro en el cementerio de Fairview junto a su madre, al drama de Bobbi Kristina aún le quedan algunos capítulos para terminar. Aunque la autopsia no lanzó datos concluyentes, las sospechas se centran en su pareja Nick Gordon, al que la familia demandó semanas antes de la muerte de la joven por abuso físico y por retirar dinero sin permiso de una de sus cuentas.

El piso en el que la pareja convivía en Atlanta y donde fue encontrada la joven, se ha puesto a la venta. Un triste recuerdo de la vida que llevaban juntos marcada por el consumo de drogas y las peleas interminables. Un conocido de la pareja lo describía como un lugar "inhabitable" en el que "no había amor".

Según esa misma fuente, las condiciones de la casa serían deprolables, con una suciedad tal que el suelo debería ser reemplazado y las paredes pintadas. Todos los rincones estarían llenos de maleta de ropa y cajas de zapatillas que la pareja compraba en sus viajes y que más tarde nunca se pondría. Estas pertenencias ahora estarían en posesión de la familia de la joven y la casa a la venta al mejor postor.