El contacto que Carmen Borrego mantuvo con Bigote Arrocet el pasado jueves en la gala de ‘Supervivientes’ no fue suficiente para el humorista. La hija de Teresa entraba para echarle un rapapolvos por su comportamiento y sus amenazas de huelga de hambre, y aprovechó mandarle “besos de parte de la ‘Morita’”, es decir, su madre. Pero Edmundo esperaba otra cosa, por ejemplo, una visita de Terelu.

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Y pensareis, ¿y este interés que le ha dado a Edmundo por la hija mayor de su novia a qué viene? Pues por el alimento que se asocia a ella, eso es, las porras. Desde que apareciera comiéndose una en ‘Las Campos’, la colaboradora se ha convertido en la abanderada de este castizo manjar. Muy a su pesar, claro.

“Imagínate cuando venga Terelu y nos traiga 50 porras y tazas de chocolate”, describía nítidamente Bigote, en una ensoñación que parecía tan real que a todos sus compañeros se les hizo la boca agua. Lo hacía en la última gala, cuando Kiko y Alejandro recibieron la visita de sus madres. Esta no era la primera vez que Bigote hablaba de la hija de su pareja, ya antes, con Alba Carrillo, había salido a relucir su nombre, y parecía que la madre de Alejandra Rubio cuenta con muchas simpatías entre los concursantes. Que no se lo piense más: haz las maletas, Terelu, coge el bañador, el pasaporte y tira para Honduras. Eso sí, acuérdate antes de pasar por la churrería del barrio, pues, como vayas con las manos vacías, el recibimiento que te va a brindar Bigote no va a ser nada caluroso. El pobre, ya se ha hecho el cuerpo.