Un cumpleaños muy especial para Iker Casillas

El portero del Oporto cumple hoy 35 años a punto de ser papá y se encuentra preparando la llegada del hermanito de Martín

Cumpleaños Iker Casillas
Instagram Cristian Tello/ Sara Carbonero

En casa de los Carbonillas están de celebración. El guardameta Iker Casillas cumple hoy 35 años en plena cuenta atrás de la llegada de su segundo hijo, que ya estarán muy impacientes por conocer. La pareja apura los días en su casa de Oporto, ante el inminente viaje a Madrid, donde Sara Carbonero tiene pensado dar a luz, según ha confirmado su socia en Slowlove, la periodista Isabel Jiménez.

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Por muchos preparativos que queden para que la bienvenida a su segundo hijo sea perfecta, el matrimonio no ha querido renunciar a celebrar el cumpleaños de Iker, y organizaron una cena íntima y distendida a la que se apuntaron los futbolistas Cristian Tello y Alberto Bueno, acompañados de sus parejas, todos grandes amigos de Iker y Sara.

En vísperas del estreno de los 35, su mujer compartía en sus redes sociales una divertida instantánea, en la que Iker se encuentra inmerso en el montaje del moisés del futuro miembro de la familia y devanándose los sesos para intentar comprender por qué le queda la cuna coja. Finalmente, el portero se salió con la suya y "ha quedado perfecto", ha escrito Sara.

Realmente ha sido una semana muy especial de cumpleaños para el portero, quien ha estado organizando el espacio de su hogar para el nuevo bebé, entre la alegría cotidiana de su día a día con Sara y el pequeño Martín, y las agradables veladas con amigos.

Mirando atrás, ha resultado ser un año muy intenso para Iker Casillas. Poco después de haber cumplido los 34, se despedía del equipo de sus amores y todo se precipitaba: ha cambiado de país, de equipo y de hogar, y se ha casado con la chica de su vida, con quien está a punto de convertirse en padre por segunda vez. Cuando se cierra una puerta, se abre una ventana. El dicho se cumple a la perfección con Iker quien, sin el apoyo y el amor incondicionales de Sara y del pequeño Martín, estamos seguros de que se le habría hecho todo muy cuesta arriba y largo.

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