"Tuve una semana en mi casa a Shakira, la enseñé a montar a caballo y no supe quién era"

Bertín Osborne y Fabiola
Pedro Pernía

Esta semana se ha convertido en trending topic en las redes sociales por un  enfrentamiento con Beatriz Montañez en 'Hable con ellas'. Bertín Osborne es un hombre de carácter, de los que dicen lo que piensan salga el sol por donde salga, que lo mismo se echa unas risas contigo que te echa los perros. Eso mismo cuenta que le pasó con Adnan Kassoghi o incluso con Don Juan, el padre del Rey, a quien dice que no le gustaba nada de nada perder al mus.

Será el próximo speaker de The global gift gala, una de las dos celebraciones más importantes que tienen lugar en Marbella este verano. Esta es la de Eva Longoria y María Bravo; la Starlite, que también le ha tentado, es la que tiene como buque insignia Antonio Banderas. Afirma que entre los dos no hay competencia por ver quién se lleva el gato al agua, porque ambas tienen fines benéficos, de hecho, en la que él participa, una parte de la cuantía de lo recaudado irá directamente a su Fundación, pero que si hubiera una ganador por eso de la popularidad, sería “Antonio, yo juego en otra liga”. No obstante, en el amor le va mejor. Fabiola sigue siendo su fiel compañera, pero no por eso se alegra del mal ajeno. “Me ha dado una pena terrible que se haya separado de Melannie. Fíjate. Casi no le conozco y lo siento como si fuera mi hermano”.

¿Qué te ha pasado en 'Hable con ellas', Bertín?

Chico, hablando de Venezuela. Y no quise discutir más porque me estaba encendiendo.

¿Y eso?

Pues que hablando de Venezuela, ella se puso a hablar como el Papa, ex cátedra. Y yo le dije "¿tú has estado en Venezuela alguna vez?" Y me dice: "No". "Pues entonces, no hables, porque no tienes ni idea de lo que está pasando allí".

¿Estaba equivocada?

Mira, defendía una historia surrealista y yo le tuve que contar varias cosas que me han pasado a mi en primera persona, que no me ha contado nadie. Que yo he conocido a Chaves, que yo sé quién era. Que yo fui en un helicóptero suyo. Que me invitó a su palacio de Miraflores para que cantara porque yo por entonces había grabado una canción que se titulaba Venezuela… Que yo sé lo que es aquello. Y luego, que tengo toda mi familia política allí, que voy cuatro veces al año desde hace 30, así que, que me discuta una chavalita que no ha estado en su vida en el país pues me toca la moral. Pero estuve moderado. Conociéndome, estuve discreto.

Que tienes mucho pronto…

Es que cuando dijo que la democracia venezolana es una democracia ejemplar, yo no pude más y le dije: "¿Tú qué te has fumado?" Pero claro, ella decía su verdad convencida.

Dejemos Beatriz y vayamonos a Marbella. Ya no veraneas allí ¿verdad?

Hubo una época en la que veraneaba allí, pero hace muchos años que no he vuelto. Voy de vez en cuando, para un fin de semana, como todo el mundo, pero a veranear, ya no.

Porque ya no son los fastos que eran… Aquella Marbella de los 80, ¿no?

A mi me divertía muchísimo cuando antiguamente iba yo. Cuando Gunilla era Gunilla, cuando estaba por allí Alfonso de Hohenlohe. Era muy divertido. Distinto. Yo hacía deporte todo el día y por la noche me lo pasaba bomba. No había toda esa enmendé. Después vino toda esa etapa confusa, erotico festiva de Jesús Gil, los árabes, los rusos y ya no volví más desde entonces.

¿Te echó Jesús Gil?

No me echó.

¿Te espantó entonces?

Marbella se masificó de una manera que a mi no me gustaba. Es que Marbella tuvo una época muy divertida, muy bonita, con gente muy bien, que te encontrabas en todas partes porque todos íbamos a los mismos sitios. Ahora, para encontrarte con alguien allí…

Seguro que tienes anécdotas estupendas de aquella época…

Te voy a contar una porque me divierte que se entere. Resulta que me invitan a cazar faisanes a casa de Kassoghi. Vamos los seis que cazábamos. Jaime de Mora, Fermín Bohorquez, Alfonso de Hohenlohe… Yo era el niño del grupo. Nos cita a las 9 de la mañana y qué horterada de casa. Nos meten en un salón, en pleno verano, con un calorazo…. 36 grados por lo menos y nosotros vestidos de campo y sudando como pollos. Pasan las horas y por allí no pasa nadie. Y nosotros, sudando y encerrados en habitación. Yo empecé a decir barbaridades, la de Dios, tremendo. Como una bestia. Y a las 11:30 o así, se abren las puertas y entra un séquito de coj… y el último, el gordito de Kassoghi, en pijama. Y empiezan a saludar a todo el mundo menos a mí. ¡¡¡ Lo habían grabado todo y me habían odio!!! Todal, que Kassoghi dijo que se iba, que se iba. Nos sacan en una tanqueta al campo y el tío se pira en una helicóptero. Y llegamos al medio de la nada, y allí, nos esperaba una mesa de diez metros con tres tipos de esmoquin para servirnos copas mientras Kassogui estaba en su barco. Era de lo más surrealista. Pues de esas, en Marbella, todos los días.

Imagino que tan aficionado a la caza desde chico, a lo mejor has coincidido con el rey don Juan Carlos…

Con su padre. Con Don Juan. Varias veces. Con el Rey Juan Carlos, alguna vez, pero yo no me quedé a cazar. Don Juan era un hombre muy divertido. Recuerdo que el tío no veía, pero tiraba fenomenal. Era un peligro que te cagas (risas). Pero tenía a uno a su lado que le decía: Don Juan, izquierda arriba. Y tiraba y lo abatía. Disparaba fenomenal sin ver. Y después jugábamos con él al mus y echábamos unas partidas en las que había que perder por coj… Eramos dos equipos. Don Juan y su ayudante, y Fermín (Bohorquez) y yo y cuando íbamos ganando, como Don Juan también era un poco sordo, el ayudante nos daba patadas por debajo de la mesa y nos decía: hay que perder, hay que perder. Y si no le hacíamos caso y ganábamos, se pillaba Don Juan unos cabreros alucinantes.

¿Cómo le conociste?

Navegaba con mi primer suegro.

¿Qué habría pensado de Doña Letizia como reina?

El era un tío que por lo que yo le conocí, era absolutamente liberal. Probablemente le habría parecido estupendo. Era encantador, sencillo y normal. Creo que lo habría encajado perfectamente.

Volviendo a las galas, eres el rival de Antonio Banderas.

¿Si? ¿Yo?

Hombre, él está en la Stalirte, tú en la The Global Gift, lo más gordo de Marbella en verano.

También me llamaron de la Starlite. Estuve a punto de cantar. Pero no lo he hecho porque al final no nos pusimos de acuerdo y porque estando en la de Eva (Longoria) y María (Bravo) era un poco feo…

¿Conoces a Antonio también?

De muy poquito. Hemos hablando por teléfono. Me parece un tío genial. Me cae fenomenal casi sin conocernos.

(Fabiola) Le ha dado mucha tristeza que se haya separado, fíjate.

¿Sí, Bertín?

Es que me parecía una pareja muy simpática. Se lo digo a Fabiola: "Ojo qué pena me da". Como si fuera mi hermano, fíjate.

¿Quién ganará de los dos?

Yo no compito con Antonio. Estoy en otra liga. Supongo que ganará él.

¿Cómo llegaste a la The global gift? ¿Cómo conociste a Eva?

(Fabiola) Es que es muy gracioso porque Bertín nunca conoce de primeras a nadie…

(Bertín) Tuve una semana en mi casa a Shakira, la enseñé a montar a caballo y no supe ni quién era.

¿Y cómo le abres tu casa a una desconocida?

Venía con unos amigos.

¿Y?

Iba sin pintar.

¿No te dijo su nombre?

(Fabiola) cuando se presentó, le dio su nombre real. Pero ni aún con esas. Porque yo cuando me enteré, que a mi me encanta Shakira, le dije: "¿pero cómo pueder ser Bertín?" Porque yo, cuando me la presentaron, con el rabillo del ojo, ya ví que era ella. Y sus hijas se pillaron un enfado… Porque también son fans. "¿Pero papá como no nos has dicho nada?"

(Bertín) Y yo qué sé. Mira, llevaba tres días en mi casa. La enseñé a montar a caballo. Era una chica normalita. Con el chándal todo el día, sin pintar. Me pareció muy simpática y ya.

¿Y aprendió?

Era muy atlética. Sí, claro.

Pero a Eva, ¿cómo fue?

En el Meliá Don Pepe. Nos subimos al ascensor, Fabiola, yo y Paloma Lago, que también es alta y de repente entra una muchachita, con albornoz, con zapatillas de sauna, que me llegaba por al cintura. Y me da un codazo Fabiola y me dice: "Es Eva Longoria. Es Eva Longoria". Yo la miraba y pensaba: "Vamos, no me jod… ¿Esta chica pequeña?". Así que fue Fabiola quien se agachó, se presentó, la besó y ya nos hicimos amigos. Mucho de hecho. En seguida. Por eso, tengo muchas ganas de que llegue la gala. La voy a presentar y espero que recaudemos mucho dinero para todas las Fundaciones.

Tienes que escribir un libro con tus memorias.

Déjame un poquito que bastante lío tengo ya con la casa.

Pero ya tienes proyecto, ¿no?

(Bertín) Sí, ya estamos en ello. Yo me ocupo del diseño y Fabiola de la decoración…

(Fabiola) De la decoración sólo, no.

(Bertín) Bueno, bueno, bueno… ¿Pero tú no estabas afónica? Eso tendremos que verlo.

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