Cómo duele… Gracias, Lola por tanto. Buen viaje y que seas muy feliz, igual que lo fuiste aquí. Te quiero infinito”, Mónica Cruz se despedía de uno de los miembros de la manada que ha formado en casa. Sus seis perros desde ahora son cinco tras la partida de la pequeña Lola.

La actriz y bailarina es una defensora a ultranza de los animales, especialmente de los perros, de hecho, tal y como reveló a César Millán en ‘El líder de la manada’, le encantaría, en un futuro, poder tener un refugio para estos seres vivos que a veces son empleados como meros caprichos de los egoístas humanos. “Me gustaría abrir un sitio para recoger perros abandonados y poderles buscar una familia en condiciones. La gente tiene que ser más responsable. Si fueran conscientes de lo que supone, no habría tantos perros abandonados. No son un capricho que se pasa en 15 días”, decía entonces al presentar a su familia peluda en televisión.

Precisamente a esta familia ahora le falta un miembro muy importante. Lolita era de las que se hacían notar. En ese episodio del programa del encantador de canes, Mónica hablaba así de ella “es doña personaje. Ha estado todo un año haciendo como que cojeaba. Una vez se hizo daño en una pata, se le curó, y empezó a hacerse la coja y así se ha tirado año y medio para llamar mi atención. Solo lo hacía cuando yo miraba”. La perrilla tenía devoción por su humana a la que colmaba de lametones y saltos de alegría cada vez que regresaba a casa.

Mónica ha sabido instruir a los animales de casa y todos conviven en tremenda paz y armonía. “Hay gente que se queja de que sus perros son muy nerviosos, pero hay que educarles y también depende de cómo te comportes tú. Ellos son todo energía y notan si estás más revuelta. No quiero educar a un perro bajo el miedo. Bastante me ha costado quitar los miedos a los que vienen de la calle, algunos les habían pegado”, contaba.

Estos días serán especialmente duros para Mónica y su hija Antonella que ha crecido rodeada de esta familia a cuatro patas.