Este no ha sido un buen año para la música, que se ha tenido que despedir a grandes artistas como David Bowie, Prince o Leonard Cohen. El día de Navidad nos enterábamos de otra gran pérdida, la de George Michael, un auténtico sex symbol, con el que dábamos la bienvenida a estas fiestas, cada año, con la mítica canción Last Christmas, que todos hemos cantado.
Aunque de pequeñito era el patito feo, Georgios Kyriacos Panayiotou, como se llamaba en realidad, se convirtió en un hombre atractivo, que con el tiempo se fue rodeando de escándalos relacionados con las drogas y el sexo. Pero su éxito en el mundo de la música le reportó una ganancia económica que supera los 120 millones de euros, y que ahora se repartirán entre su pareja, Fadi Fawaz, un peluquero de Londres de origen libanés, con el que mantenía una relación desde 2012; y con el que tenía pensado pasar el día de Navidad. Fue él quien encontró, por sorpresa, el cuerpo sin vida del cantante.
Entre los legatarios de la fortuna del cantante se encontrarían además las dos hermanas del artista; sus dos ahijados, Roman, hijo de Shirlie Moon componente de Whan!, y Harley Moon Kemp, hijo de Martin Kemp, de Spandau Ballet, con quienes George tenía previsto pasar el día 26 de diciembre; amigos y organizaciones benéficas, que recibirían lo que quede después de que el Estado británico se quede con el 40% de esta millonaria herencia.
De momento hay que esperar a leer el testamento que tenía el cantante, al que le caracterizaba una gran generosidad. Los 120 millones de euros incluyen sus propiedades inmobiliarias, como la casa de Highgate (norte de Londres), la del campo en la que se produjo el óbito, una vivienda en Nueva York y otra en Sydney (Australia).