Carmen Cervera ‘Tita’ ha sido la última invitada en pasar por el ‘Salvados’ de Jordi Évole. La Baronesa, pese a que ha tratado de esquivar algunas cuestiones ‘peliagudas’ que le hacía su entrevistado, especialmente las de carácter político, con otras, como la referentes al tema económico y de herencias, las ha contestado de manera directa.

Artículo recomendado

Tita Cervera, de vacaciones con sus mellizas

Carmen Cervera

“De la herencia de mi marido renuncié a todo menos a la parte que me correspondía en cuadros. A eso no renuncié porque él me dijo que ni se me ocurriera hacerlo”, le ha dicho al periodista a quien le ha hablado del profundo amor romántico que le unió con el barón. De su marido le quedan las pinturas, con las que dice hablar cuando está sola, “tienen alma”. Proteger su pinacoteca para ella es crucial, lo que le ha llevado ha renunciar a dinero y tener liquidez. “No la tengo porque tuve que renunciar a la herencia, a todo, para que la colección de mi marido se quedara en España”, tal es su situación que ha llegado a plantearse a vender algún cuadro para tener “cash”, como dijo en su día.

cervera

Y hablando sobre dinero, aunque ella considera que es un tema muy feo para tratar en una entrevista, así como la política o la religión, desveló que, en uno de los baños de su casa, “tan grande como esta sala del museo”, tenía colgado una de las obras claves del Pop, 'Mujer en el baño' de Lichtenstein. Asegura que “ser rico es una maravilla” (está bien reconocerlo) pero que también es un poco fastidio porque conlleva unas serie de responsabilidades.

Y, en el caso de que la vida dejara de sonreírle en el terreno económico y tuviera que renunciar a su altísimo tren de vida con obras cumbres del arte que la observan mientras ella se lava los dientes, piensa que ella, mujer de gustos sencillos, llevaría fantásticamente vivir con un sueldo más modesto, y lo cifra en 1.500 euros, “la compañía de un perro, un jardín para plantar flores, libros y material de pintura”.

Tita Cercera, Baronesa Thyssen, habla por fin de la herencia que le dejó su marido